El fiscal general de Los Ángeles, Nathan Hochman, ha dejado clara su postura sobre el caso de Lyle y Erik Menéndez, los hermanos condenados por el asesinato de sus padres en 1989. En una rueda de prensa reciente, Hochman anunció que no apoya una nueva sentencia, argumentando que los hermanos han mentido en múltiples ocasiones a lo largo de los últimos 30 años.
Este pronunciamiento supone un duro revés para los Menéndez, cuyos abogados han luchado por una resentencia que podría llevar a su libertad condicional. El anterior fiscal, George Gascón, se mostraba a favor de esta posibilidad, pero Hochman ha sido tajante: «No cumplen los estándares para una resentencia ni para una rehabilitación».
Las «mentiras» de los hermanos Menéndez
El fiscal aseguró que los hermanos han incurrido en más de 20 mentiras fundamentales sobre el caso. Han admitido cuatro, pero siguen manteniendo otras 16. Entre ellas, Hochman señala que falsearon su llamada al 911 tras el asesinato, alegando que encontraron los cuerpos de sus padres cuando en realidad los habían matado ellos. También menciona la supuesta implicación de la mafia y la existencia de una carta en la que hablaban de los abusos sufridos por su padre, la cual considera parte de la estrategia para justificar el crimen.
Además, Hochman reveló que los hermanos ocultaron información sobre la compra de las armas, negando que usaron identificaciones falsas en San Diego para adquirirlas. Según el fiscal, Erik y Lyle han sostenido durante tres décadas que actuaron en defensa propia, pero en sus primeras declaraciones nunca mencionaron los presuntos abusos sexuales de su padre.
Tres caminos posibles, pero ninguno fácil
Pese al rechazo del fiscal, los Menéndez y sus abogados tienen tres opciones legales para intentar obtener la libertad:
Petición de habeas corpus: Esta acción permite revisar una sentencia en caso de nuevas pruebas. En este caso, serían los testimonios sobre los supuestos abusos de José Menéndez, incluyendo las acusaciones de un exintegrante de la banda Menudo, que podría fortalecer la versión de los hermanos. No obstante, Hochman insiste en que las pruebas no han cambiado y es poco probable que la corte acepte esta vía.
Resentencia: La defensa de los Menéndez argumenta que han mostrado buen comportamiento en prisión, se han rehabilitado y han realizado labores sociales. Si la corte considera esto suficiente, podrían quedar en libertad condicional. Sin embargo, Hochman ha pedido formalmente que se rescinda la petición de resentencia impulsada por el anterior fiscal.
Indulto del gobernador: El gobernador de California, Gavin Newsom, podría concederles un perdón. Newsom ha propuesto reformas en el sistema de libertad condicional, afirmando que la rehabilitación debe ser un factor clave para decidir si un recluso merece ser liberado. No obstante, esta decisión iría en contra de la recomendación del fiscal, lo que podría afectar la imagen del gobernador.
Un caso que sigue vigente tras 35 años
El asesinato de José y Kitty Menéndez conmocionó a Estados Unidos en 1989. Los hermanos dispararon varias veces a sus padres en su casa de Beverly Hills, asegurándose de que no pudieran moverse si sobrevivían. Luego salieron al cine para construir una coartada y llamaron a la policía al regresar.
El caso ha sido objeto de dos juicios, en 1993 y 1996, y ha vuelto a ser noticia por las peticiones de libertad de los abogados de los Menéndez y una nueva serie de Netflix que ha reavivado el interés público.
Hochman también ha aprovechado para criticar la gestión del anterior fiscal Gascón, acusándolo de no revisar todos los detalles del caso. «Hemos vuelto a las fuentes originales y revisado miles de páginas y cientos de horas de vídeo», declaró el fiscal, concluyendo que los hermanos no deben quedar en libertad.
El destino de los Menéndez está ahora en manos de la corte, que celebrará una audiencia clave los días 20 y 21 de marzo. Mientras tanto, sus familiares continúan presionando para lograr su liberación.
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