Por este medio siempre hemos advertido a la ciudadanía a no dejarse embaucar con el sueño de la casa propia. En un reportaje del 7 de enero dimos cuenta que «Inversiones Inmobiliarias del Titikaka S.A.C.» engañó a varios incautos que les compraron terrenos y cuando fueron a tomar posesión, encontraron a sus verdaderos dueños.
La empresa, fue fundada el 8 agosto de 2013 por Jessica Juliana Jiménez Castillo y Jorge Luis Manrique Morales, nada menos que hijo de un conocido notario en Puno. Ella fue gerente hasta 11 de setiembre de 2018 y le cedió el cargo a Carla Tapia Tito, esposa del arriba mencionado.
Aquella vez dimos cuenta de supuestas estafas en el sector de Itapalluni, cerca al exbotadero de basura de Cancharani. Hoy nos ocupa un hecho similar, pero con otras víctimas y en otro lugar.
En octubre de 2019, la fundadora de esa inmobiliaria, vendió 10 lotes ubicados en la zona “G” sector “Chacarilla” en la zona Ventilla, ubicado al oeste de la ciudad de Puno.
Derly Albarracín entregó S/ 25 mil soles en efectivo, pero esta vez apeló a otro engaño. Le dijo que compre los terrenos y que ella los revendería dándose una ganancia del 40% sobre el total.
Para convencerlo, la astuta mujer llevó al comprador a que conozca los predios así como al supuesto dueño, Juan Carlos Vélez Céspedes. Albarracín pago por sus terrenos el 15 de octubre de 2019 y diez días después, halló letreros que decían “Propiedad privada”.
La transacción tuvo la apariencia de veracidad porque Jessica Jiménez firmó un documento privado de recepción del dinero, y el supuesto dueño firmo la escritura pública en la Notaría Ponce Cuba. Ghisell Fiorela Salazar Mamani, fue otra que participó en los papeleos de transferencia.
Sin Fronteras acudió al lugar de la supuesta estafa. Encontramos el terreno lotizado con letreros y una caseta que ofertaba “Lotes en venta”. Nos aproximamos y ubicamos a don David Andrade Vilca, quien dijo ser el propietario. Le preguntamos si conocía a Jessica Jiménez o a la Inmobiliaria Titikaka SAC, respondiendo que no.
Este medio accedió a una denuncia penal que se ventila en la Segunda Fiscalía Penal Corporativa de Puno, que despacha Efraín Mallea Claros, en el Caso 357-2023, y debido a las pruebas irrefutables, el Ministerio Público solicitó para Jessica Juliaca Jiménez Castillo y Juan Carlos Vélez Céspedes prisión efectiva de 5 años y 4 meses, como coautores del delito de estafa agravada; y para Ghisell Fiorela Salazar Mamani, como cómplice secundario, pidió 3 años y 8 meses.
Según su requerimiento acusatorio de fecha 21 de noviembre de 2024, el fiscal hace notar que Jessica Jiménez, le habría advertido a Albarracín que “Si quiere la denuncie, no tiene miedo, que conocía varias influencias”. El expediente aún no pasa control de acusación.
Un dato revelador es que Vélez Céspedes era socio de Percy Aramayo Aza. Ambos, en el 2020 integraban las asociaciones Mirador Chacarilla Puno y Mirador Chacarilla II, dedicadas a la venta de terrenos.
Los predios que se proyectaban vender fueron saneados irregularmente a favor de Francisco Meneses, por la Dirección de Formalización y Catastro Rural – (Dirfo). El abogado calificado de la Dirfo fue nada más y nada menos que Aramayo Aza.
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