Enzo Danilo Quispe Chota dejó este miércoles el penal de Pocollay tras permanecer más de 30 días encarcelado debido a que era acusado de narcotráfico en Brasil. El padre de familia sufrió el robo de su identidad y desde el 17 de enero de este año, fecha en la que fue capturado por la Interpol, vivió un calvario.
«Agradezco a mi esposa y mis familiares, que me han apoyado en todo momento y creyeron en mí. Gracias a Dios demostré mi inocencia. Sufro de presión alta pero me dieron las pastillas que tomo. Dios siempre está cuidando de nosotros. Hay personas dentro del penal que me dieron su apoyo. En el penal la soledad en las noches es muy dura», indicó en medio de lágrimas a su salida del centro penitenciario.
Quispe Chota recordó que su detención se produjo un viernes y tan solo dos días después afrontaba un requerimiento de prisión preventiva sin poder demostrar que se trataba de un error.
La defensa de Quispe explicó que la demora para su salida del penal se debió a los protocolos de seguridad del Instituto Nacional Penitenciario. Al ser este miércoles un día de visitas familiares, estas tenían que culminar para que recién pueda darse el retiro del hombre injustamente encarcelado.
«La excarcelación es sin restricciones, eso quiere decir que él sale a poder realizar cualquier actividad, como viajar. Recupera todos esos derechos», explicó el abogado Rolando Prado Reyes, quien agregó que Quispe Chota no podrá cambiar su domicilio ni número telefónico y deberá firmar virtualmente un registro cada tres meses luego de que un juez federal en Brasil revocara la prisión preventiva que se le había impuesto.
El proceso en dicho país continúa, por lo que ahora se esperan que se le pueda excluir de una sentencia de 20 años.
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