“Estoy muy feliz de estar aquí: tenía un deseo desenfrenado de volver a sentirme vivo, de ser un futbolista importante y tener objetivos por los que luchar. Esto hizo toda la diferencia en la negociación. Creo que mi compra es una señal importante del club. Necesitaba un proyecto como este que me hiciera sentir en el centro del proyecto en sí”, aseveró Il Peruviano en su conferencia de presentación.
Gianluca Lapadula, en esa misma línea, compartió su visión de competitividad, una virtud que espera plasmar jornada a jornada con su nuevo club.
“Si a mi edad todavía no tienes el hambre y las ganas de jugar para conseguir resultados importantes, puedes dejar de jugar. También quiero transmitir algo a la gente más joven, si no lo hubiera conseguido habría fracasado. Para mí la mejor manera de comunicarse es predicar con el ejemplo”, afirmó.
Perú es clave
Otra de las razones que llevaron a Lapadula a firmar por el Spezia, uno de los mejores ubicados en la clasificación permitiéndose soñar con el ascenso a la Serie A, es para recuperar sitio y olfato en la selección peruana, a la que defiende desde un lustro, pero que en el último tiempo ha sufrido duras complicaciones por malos resultados, los cuales prácticamente han condenado el sueño de la próxima cita mundialista.
“Soy jugador de la selección peruana desde hace cinco años y puedo decir que tengo una relación realmente muy grande con la selección nacional. No estamos viviendo un momento fácil, pero también estoy aquí para poder darle una mano a la selección porque es algo que ha sido motivación desde que entró en mi vida. Me gusta asumir responsabilidades”, acotó Gianluca.
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