Un trabajo conjunto del personal de Puno de la Contraloría General de la República, Defensoría del Pueblo y la Superintendencia Nacional de Salud (SuSalud), y el congresista Carlos Zeballos Madariaga, efectuó una auditoria al Hospital III de EsSalud Puno, ubicado en el centro poblado de Salcedo.
Aunque los hallazgos no fueron tan graves como en el nosocomio de Juliaca realizado en la víspera, en este también se levantaron observaciones, las que fueron comunicadas a la sede central.
El parlamentario refirió que justo ayer llegaron equipos médicos para el Hospital del Altiplano, cuya construcción se concluirá en los siguientes meses, y se pudo ver que, estos así como otros que llegaron días antes, fueron arrumados, prácticamente a la intemperie. Los encargados se comprometieron a buscar ambientes para asegurar su cuidado.
Al igual que ocurre en Juliaca, se inspeccionó las áreas de emergencia, farmacia, triaje, hospitalización, tomografía, mamografía, esterilización y consultorios médicos especializados, así como las ambulancias, entre otros.
Refirió que se advirtió una descoordinación entre las Redes de EsSalud de Puno y Juliaca, puesto que mientras el Hospital III de Puno cuenta con mamógrafo, en la Ciudad de los Vientos no lo tienen operativo desde el 2019. En Juliaca han contratado ese servicio por terceros.
Zeballos Madariaga informó que respecto al tomógrafo en Puno, este está inoperativo hace muchos años por negligencia, y que la gerente de la Red Asistencial EsSalud Puno aseguró que en tres meses se adquirirá uno nuevo.
El Hospital III de Puno sí contaba con áreas de operación y carros de paro, habilitados y operativos, a diferencia de Juliaca donde no les permitieron el acceso y no estaban equipadas debidamente.
El equipo auditor encontró otras observaciones, las que serán informadas a Lima para su solución.
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