El minero Andrés Geroma Quispe (33) fue torturado durante un día por un grupo de trabajadores de la labor minera Perla de Oro, ubicada en el anexo de Secocha, distrito de Mariano Nicolás Valcárcel, Camaná.
Tras el crimen, la Policía detuvo a Eulalia Pérez Mota por su presunta participación en el homicidio.
Según las investigaciones, el incidente se originó por el robo de cinco sacos de mineral valorizados en 9 mil soles, ocurrido la madrugada del lunes. Al percatarse del hurto, los mineros confrontaron al vigilante Hernán Nieto (31), quien negó estar involucrado. Sin embargo, tras ser golpeado con mangueras, cables y palos, terminó acusando a Geroma, asegurando que este había ingresado al área y lo había amenazado de muerte para que guardara silencio.
El grupo de mineros, enfurecidos, buscó a Geroma, lo capturó y lo llevó a la labor minera, donde lo torturaron para que revelara el paradero del mineral robado. «Los gritos eran terribles, y pese a que pedía perdón, Eulalia y su hijo gritaban que lo golpearan más fuerte», relató el vigilante.
La madrugada del martes, Geroma y Nieto fueron finalmente rescatados aún con vida, pero al llegar al hospital de Camaná Geroma murió.
La autopsia determinó que la causa de muerte fue asfixia por broncoaspiración y lesiones. Es decir, murió tras ingerir su propia sangre producto de la brutal golpiza.
Comentarios de Facebook