El Centro de Salud Mental de Pomata enfrenta una grave emergencia debido a las intensas lluvias que han causado inundaciones en sus instalaciones.
El agua ingresa por las paredes, afectando las estructuras y filtrándose por las cañerías de energía, lo que genera un grave riesgo eléctrico para pacientes y personal.
Este problema ha persistido durante más de tres años, a pesar de los múltiples reportes a las autoridades locales, sin que se haya tomado acción. Además, la infraestructura de drywall está mostrando signos de deterioro por la humedad, agravando las condiciones.
A pesar de los intentos de trasladar los servicios a otros ambientes, no se ha resuelto el problema. Los ciudadanos y trabajadores del centro exigen una intervención urgente de las autoridades para garantizar la seguridad de todos los pacientes de la zona.
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