Documentos a los que accedimos confirman que malos funcionarios de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Puno, se coludieron con directivos de la empresa Frigo Inca para la instalación ‘en papeles’ de un centro de producción dedicado a la elaboración de conservas para los desayunos escolares en la macrorregión Puno.
Dicha firma, que ganó millonarios contratos con el Estado a través de Qali Warma, tuvo como subsidiaria a Tierra Inca Food SAC, la que según la Digesa funcionaba en la Panamericana Sur, altura del kilómetro 17 de la vía Puno – Desaguadero.
FÁBRICA ‘FANTASMA’
Sin embargo, esa es la dirección del Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica Chucuito – Barco, perteneciente al Proyecto Especial Binacional Lago Titicaca (PEBLT). Así lo confirmó el fiscal anticorrupción de Puno, William Otazú, en una constatación realizada el 19 de diciembre.
CERTIFICACIÓN ‘TRUCHA’
No obstante, el 17 de enero de 2023 la sede central de la Digesa emitió la Resolución Directoral 0118-2023, que otorga “la validación técnica oficial del Plan HACCP a la empresa Tierra Inca Food SAC, ubicada en la Panamericana Sur Kilómetro 17, distrito de Chucuito, provincia y departamento de Puno”.
El documento autoriza a la planta de producción ubicada en ese lugar, para la fabricación de “la línea de conservas de baja acidez, conservas cárnicas, conservas de carne de alpaca en trozos en agua y sal…”, así como similares de pavo, cerdo y de res, así como otros derivados.
Se debe precisar que el HACCP (Hazard Analysis Critical Control Points) significa Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control. Es un certificado de conformidad y calidad que asegura el control de los peligros para la inocuidad de los alimentos en el segmento de la cadena alimentaria.
LA DIRESA
Para que esa empresa tenga la certificación HACCP fue necesario un informe de la Diresa Puno, tal como se lee en la referida resolución. “Según acta de auditoría general con enfoque de riesgo y acta de subsanación con fecha 28 de diciembre de 2022 el personal de la Diresa Puno, encargada de la Inspección Sanitaria, en coordinación con la Dirección de Certificaciones y Autorizaciones, realizó la inspección sanitaria a la empresa solicitante…”.
Se dejó constancia que “a fin de verificar las condiciones sanitarias de producción y la implementación de su plan HACCP… Cabe precisar que las actas de inspección fueron remitidas vía correo electrónico adjunto al oficio 3600-2022-GR-Puno…, en fecha 28 de diciembre de 2022”.
Dicho informe amañado, simuló contar con todo en regla, ya que precisa que “cuenta con infraestructura, manual de buenas prácticas de manipulación o manufactura, programa de higiene”, y hasta falsean que los alimentos envasados implican esterilización comercial.
¿NO HAY EXPEDIENTE?
El fiscal anticorrupción, Willian Otazú, también intervino la Diresa el mismo 19 de diciembre de 2024, para indagar el procedimiento que dio origen a la fábrica de conservas “fantasma”.
Trascendió que el jefe de Saneamiento Ambiental, Juan Carlos Francos, informó al titular de la Diresa, Jean Paul Valencia Reinoso, que no se encontró el expediente de los informes, certificaciones y controles. “El Oficio 3600-2022-GR-Puno… no existe, ese número corresponde a otro documento”, dijo la fuente.
¿EL CORRUPTO?
Ronald Loza Machicao fue el servidor que durante años laboró en Salud Ambiental de la Diresa (sede de la Digesa).
De acuerdo a conversaciones en whatsapp fue quien habría cambiado las muestras de conservas Don Simón elaboradas por Frigo Inca, a cambio de dinero.
Cabe recordar que en marzo de 2024, 20 escolares en Cabana (San Román) se intoxicaron. Dicho trabajador, cambió las muestras y al final se culpó al agua y no a las conservas malogradas.
La tesis fiscal es que Loza Machicao habría urdido documentos para que la Digesa emitiera la certificación de la fabrica que hoy se sabe que es «fantasma».
USARON CONVENIO
Para afianzar esa falsedad, se valieron de un convenio de cooperación interinstitucional que Tierra Inca Food SAC suscribió con el PEBLT, en setiembre de 2022, meses antes de que la Diresa conceda el Plan HACCP.
Hugo Zea Giraldo, en diálogo con Sin Fronteras, aseveró que en Chucuito – Barco (kilómetro 17) existe una planta de conservas inoperativa, y que previo al convenio una mujer le insistió en ponerla operativa.
«Pero, tras la firma del convenio no se concretó, no hubo nada. Jamás funcionó… la mujer que iba cada nada al PEBLT era la que sale en la televisión (Noemí Alvarado, trabajadora de Frigo Inca.)», precisó.
DOS ACTOS CORRUPTOS
El director de la Diresa lamentó que uno o más servidores sean los que están implicados en estos actos de corrupción e informó que la Fiscalía investiga dos hechos: el cambio de las conservas en el caso de los escolares intoxicados y la fábrica de conservas que jamás funcionó en Chucuito.
Hoy se sabe que esos enlatados eran producidos en el norte del país.
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