Para hoy está programada la asunción de Benigno Condori Chuchi, como obispo de la Prelatura de Ayaviri. Su designación la hizo el Papa Francisco el pasado 4 de octubre, aunque el encargo de la feligresía en las provincias de Melgar, Carabaya y Sandia, tendría que aguardar hasta que la Santa Sede lo disponga. Ese día ha llegado.
PRIMER PUNEÑO
El flamante prelado de 53 años nació el 22 de marzo de 1971 en Crucero, provincia de Carabaya, y hasta el fin de semana fue párroco del templo San Antonio de Padua en Puno, parroquia que lo acogió desde 2018.
Es miembro de la Orden de los Frailes Menores Franciscanos. Hizo su profesión perpetua en 1997 y fue ordenado sacerdote el 9 de septiembre de 2000. Ha sido animador vocacional, maestro de estudiantes, guardián del convento de San Antonio de Padua en Cusco, ecónomo del convento de San Antonio de Padua en Tacna, definidor provincial y secretario provincial para la evangelización y misión.
Benigno Condori se ha convertido en el primer puneño en ostentar un cargo eclesiástico tan alto, y se podría decir que toda su carrera religiosa la encomendó a servir a Dios, muy cercano a su orden religiosa.
El último viernes ofició su última misa en el templo San Antonio de Padua en Puno, donde la feligresía lo oyó en medio de sentimientos compartidos: la nostalgia de verlo partir, la algarabía y orgullo porque le encargaban un reto mayor, junto a fieles quechuas, como él.
La misa resumió la gratitud del párroco a Dios y a sus devotos, a los que siempre atendió con humildad y paciencia. La feligresía no pudo ocultar su tristeza, pero el misionero franciscano les recordaba que siempre estará cerca, que Ayaviri y Puno son separados por poca distancia.
TEMOR A DIOS
En San Antonio de Padua se le recuerda porque con el padre Amelio que era su superior y sus acólitos, desafiaron a la muerte al atender a los más necesitados en los momentos más apremiantes, durante la pandemia del Coronavirus. En plena cuarentena desde abril de 2020, el templo habilitó su comedor popular para los que acaso no encontraban alimentos ante la escasez total.
“Los Franciscanos, desde 1980, atendemos el comedor de niños y adultos mayores. 180 comensales reciben almuerzo completo, lo que Dios nos provee de las personas generosas de Puno. En tiempos de pandemia, efectivamente, atendíamos como 400 táperes (almuerzos), sin temor a nada… Nosotros dijimos, si el Señor nos ha puesto aquí es para que demos de comer… Jesús dijo ‘Son los hambrientos los que te necesitan, no los saciados, los satisfechos’”, dijo a Sin Fronteras en octubre de 2024.
FICHA DE AJEDREZ
El prelado también dijo que su designación como obispo “es la obra de Dios: es quien siembra, es quien cosecha y es quien sustenta todo lo que hacemos. Uno solo es intermediario, por eso somos como las fichas del ajedrez, estamos aquí, estamos allá, donde el Señor nos proponga”.
Ayer, en una entrevista por celular, ya desde Ayaviri, Benigno Condori, reiteró su agradecimiento a Dios y a los fieles, y recordó que una de sus últimas actividades con la feligresía puneña fue organizar el concurso de nacimientos navideños, que alcanzó a los devotos de las capillas en Puno. “Hemos ido casa por casa, capilla por capilla a calificar los nacimientos, siempre cerca al pueblo de Dios”, dijo.
Reconoció que desde su ordenación como sacerdote sirvió en templos de su orden. “Usted sabe que San Antonio ha sido franciscano… a donde voy es la iglesia de San Francisco de Asís, Ayaviri ha sido doctrina franciscana. Por eso y por la gracia de Dios pues nos han propuesto y elegido para ser el que acompañe esta porción del pueblo de Dios”, refirió.
MENSAJE DEL PAPA
Benigno Condori Chuchi evocó que el Papa Francisco le dio encargos específicos que con dedicación atenderá. “Acompañar al pueblo de Dios, aprender de su vida cristiana y contribuir con lo que está en nuestras manos para santificar, para evangelizar y para anunciar la palabra de Dios”, expresó, tras indicar que él al igual que el sumo pontífice comparten el mismo apostolado de pobreza, humildad y obediencia.
REENCUENTRO
Finalmente, tomó la responsabilidad de obispo con mucha humildad. «Para mí es reencontrarme con el pueblo de Dios, con mi pueblo, de donde provengo. Por eso recuperar ese espíritu y también ponerme al servicio de mis coterráneos «, concluyó.
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