Un menor de nueve años fue arrastrado la tarde de ayer por el río grande de Ollachea, en la provincia de Carabaya. Familiares y pobladores hicieron una vigilia durante toda la noche, pero al momento el cuerpo del pequeño no aparece. La población pide apoyo del nivel provincial y regional para intensificar las labores de búsqueda.
El niño, de nombre Max, se encontraba jugando con sus amigos en el lugar, uno de ellos cruzó una especie de cascada, y él al querer hacer lo propio con su bicicleta, cayó y fue arrastrado. A pesar que logró sostenerse de una roca y pedir auxilio, poco o nada se pudo hacer para salvarlo.
El aumento del caudal del río y las lluvias constantes han imposibilitado las labores de búsqueda. Madres de familia y pobladores se han organizado para encontrar el cuerpo del menor, sin resultado favorable.
“Si el caudal sigue subiendo va a ser difícil, necesitamos apoyo con maquinarias y equipos de rescate. Max era un niño talentoso”, dijo uno de los pobladores del lugar.
Los trabajos se complican por factores climatológicos y falta de luz en la zona. La familia está desesperada y el otro pequeño que logró salvarse, ha quedado en shock.
OTRO DESAPARECIDO
El 2 de enero, un varón cayó también al río San Gabán, en la misma provincia. Su cuerpo hasta el momento no ha sido hallado, por lo que claman apoyo de los niveles provincial y regional. Son dos las primeras víctimas de este 2025 por el aumento del caudal de los ríos en la selva puneña.
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