En Brasil, el Ministerio Público del Trabajo del vecino país rescató a 163 obreros chinos de la obra de construcción de una fábrica del gigante de autos eléctricos BYD. Según las autoridades, vivían en condiciones similares a la esclavitud.
LES CONFISCARON LOS PASAPORTES
La obra en cuestión se encuentra en Camaçari, en el estado de Bahía, en el Noroeste del país. Allí se está construyendo la mayor fábrica de autos eléctricos de BYD fuera de Asia.
El Ministerio Público del Trabajo denunció que los obreros sufrían condiciones de trabajo degradantes, entre las cuales dormían en camas sin colchones y contaban con apenas un baño cada 30 trabajadores.
Añadió que había sospechas de trabajo forzado, ya que a los obreros provenientes de china les confiscaron sus pasaportes y su empleador retenía el 60 % de su salario mientras que recibían el otro 40% en moneda china.
VIVIAN EN CONDICIONES INSALUBRES
Las cocinas para su alimentación funcionaban en “condiciones alarmantes”, sin armarios para el almacenamiento adecuado de los alimentos, algunos de los cuales fueron hallados cerca de los baños y en condiciones insalubres.
De acuerdo con el órgano fiscalizador, los comedores eran insuficientes, por lo que los trabajadores se veían obligados a comer “en sus propias camas y a consumir agua directamente de la llave y sin tratamiento”.
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