Pobladores de la cuenca Llallimayo han intensificado sus reclamos ante la creciente contaminación del río, exigiendo medidas urgentes tras la suspensión de la reunión prevista para el 4 de diciembre y la no presencia de los funcionarios del Ejecutivo en la reunión reprogramada para ayer martes.
EMERGENCIA
La contaminación del río Llallimayo, denunciada por los dirigentes, se ha visto agravada en las últimas semanas debido a las intensas lluvias, lo que ha alterado la coloración del agua y ha incrementado la presencia de sedimentos tóxicos en sus aguas. Según los dirigentes, la situación es alarmante ya que la presencia de estos contaminantes afecta directamente a las comunidades que dependen del río para sus actividades cotidianas.
«El río está muy afectado por los sedimentos y la alteración de su coloración. La situación es insostenible y necesitamos que las autoridades tomen cartas en el asunto», señalaron los representantes de la cuenca, quienes también denunciaron la falta de información sobre las acciones que está tomando la Oficina de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), especialmente en lo que respecta al cierre de focos de contaminación.
Los dirigentes subrayan que uno de los principales focos de contaminación sigue siendo el mal cierre de las operaciones mineras en la zona, lo que continúa afectando gravemente al ecosistema local. «Sabemos que está mal cerrado y ese es un foco de contaminación que siempre nos va a seguir afectando», advirtieron.
Por otro lado, el ministro de Energía y Minas invitó a las autoridades locales y lideres sociales a Lima para evaluar dicha situación.
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