Fiorella Arias, una rescatista con más de 50 perros, fue desalojada de forma violenta del anexo 22 en Jicamarca por una persona que asegura ser su amiga.
En las imágenes difundidas se observa el momento del desalojo, que dejó a Arias y a los animales sin hogar.
Algunos vecinos habían presentado quejas debido al ruido causado por los perros, señalando que los ladridos constantes afectaban su descanso. Fiorella asegura que aún no comprende las circunstancias que la llevaron a esta situación.
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