El coronel PNP Jorge Luis Ascorbe Pino, jefe de la División de Orden y Seguridad de Juliaca, reconoció los desafíos de seguridad en la región Puno. Anunció la intensificación de operativos contra crímenes organizados, control vehicular y manejo de pirotécnicos ante el advenimiento de las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Sin embargo, el oficial no quiso responder a las denuncias ciudadanas que señalan que la Policía ha perdido la batalla contra la criminalidad y que no se evidencian resultados concretos.
Ascorbe admitió la existencia de más de 40 bandas criminales en la zona, pero minimizó las críticas sobre la efectividad policial, manifestando que “estamos trabajando intensamente para lograr la pacificación y la tranquilidad”. Su postura defensiva y respuestas evasivas generaron más dudas que certezas entre los ciudadanos sobre la real capacidad de control.
Las preguntas al oficial se centraron en la serie de asaltos recientes en Juliaca, cuestionando directamente la ausencia policial y la creciente delincuencia.
Ascorbe evitó reconocer las debilidades estructurales, limitándose a declarar que tienen información sobre casos específicos como el asalto a la empresa Dorado, sin proporcionar detalles concretos.
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