No cabe duda que la minería ilegal ha desplazado al narcotráfico y también a la corrupción. Así se desprende de un reporte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que señala que esta ilícita actividad movió US$ 10,422 millones en los últimos doce años.
El análisis exhaustivo abarca desde el 2012 y octubre del 2024, y es respaldado por 72 informes detallados sobre ese periodo. En los documentos confidenciales se abordan, además de las zonas donde opera la minería ilegal en el país, las rutas del dinero, las vinculaciones y los activos identificados con los posibles delitos del mencionado flagelo; los cuales son derivados a las fiscalías de Medio Ambiente, Lavado de Activos y otros tantos a Extinción de Dominio.
LOS LUGARES
Esta unidad especializada de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) informó que los flujos vinculados a la minería ilegal se dan, sobre todo, en las regiones Puno y Madre de Dios. También destacan las minas ilegales de Secocha (Arequipa) y Pataz (La Libertad), Cusco y Ancash.
En lo que va del año, la UIF ha rastreado el dinero que mueve en entidades financieras esta actividad los que alcanzan US$ 1,162 millones, la cifra más alta registrada en los últimos tres años.
A esta actividad le siguen los delitos contra la administración pública (corrupción) con US$ 1,560 millones, los delitos tributarios con US$ 1,551 millones, y el narcotráfico que mueve US$ 1,484 millones.
Se estima que hay más de 300 mil mineros ilegales operando en el país, especialmente en Madre de Dios, La Libertad, Puno, Cusco y Áncash. En el límite con Bolivia, la actividad se ha unido al narcotráfico para formar lo que se conoce como “narcominería”.
Federico Chávarry, de la Fiscalía Provincial Especializada en Materia Ambiental de Puno, señaló que el gramo de oro se cotiza en S/ 320 soles, y los mineros ilegales extraen alrededor de cuatro kilos de oro al mes, lo que representa más de S/1 millón mensuales.
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