El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, visitó este sábado la tumba del expresidente peruano y de raíces japonesas Alberto Fujimori, fallecido el último 11 septiembre, y ofreció flores y una oración en su memoria.
Ishiba aprovechó su llegada al país, en el marco de su participación en el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), para trasladarse hasta el cementerio Campo Fe en Huachipa, depositar unas flores blancas en la tumba del exmandatario peruano y realizar una pequeña oración frente a la misma.
Las imágenes de este gesto fueron difundidas por la cadena pública japonesa NHK.
El fujimorista Alejandro Aguinaga fue uno de los primeros en pronunciarse. Además de informar la visita, el parlamentario de Fuerza Popular agradeció el gesto. «No debemos olvidar el papel trascendental que desempeñó el expresidente Fujimori en la crisis de rehenes de la residencia del embajador japonés en Lima en 1996, cuando su firme liderazgo condujo una operación histórica que logró rescatar a los rehenes sin ceder ante el terrorismo. Aquel acto de valentía y determinación marcó un hito en la cooperación entre Perú y Japón, reflejando la fortaleza y nobleza del pueblo japonés, y cimentó unos lazos de amistad que, hasta hoy, perduran con profundo respeto y admiración mutua”, escribió en X.
El expresidente peruano Alberto Fujimori mantuvo vínculos importantes con Japón, país de origen de su familia y que le protegió durante su exilio, lo que dio lugar en esa época a roces diplomáticos entre Tokio y Lima.
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