Sector sufre el abandono de las autoridades.
Luego de que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) emitiera un comunicado sobre la ampliación del penal de Challapalca, la comunidad campesina de Maure Kallapuma, donde se ubica el recinto, expresó su rechazo a esta medida. Consideran “insólito” que se prioricen mejoras en un penal de alta peligrosidad mientras la comunidad enfrenta graves carencias en servicios básicos y accesibilidad.
“Ni Pampa Uyuni, Chiluyo, Kallapuma, Conchachiri o Challapalca, ninguno de estos anexos hasta la actualidad tiene el servicio de agua potable o una planta de tratamiento. Recién en 2025 se inaugurará el servicio de electricidad. Hay muchas carencias en la propia comunidad. Es de suma importancia trabajar la planta de tratamiento porque los desechos del penal se trasladan a un hueco que da al río Maure por filtración, y está contaminado”, declaró el presidente de la comunidad, Marcial Laura.
Laura también destacó la falta de comunicación adecuada y los riesgos que la comunidad enfrenta debido a la ausencia de servicios esenciales. Según explicó, estas deficiencias representan una desventaja para los comuneros, quienes temen que el INPE y otros sectores puedan intentar aprovecharse de su situación para obtener la titularidad de los terrenos destinados a la ampliación del penal.
“En el anexo de Challapalca tenemos 30 familias, pero en la cuenca del Maure, hay al menos cien familias. Estas comunidades se ven afectadas. No se puede seguir con esta tendencia de que como somos comunidades rurales y no somos tan apetitosos en el tema electoral, no importamos. Al final somos personas con los mismos derechos”, señaló Laura.
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