El presentador de televisión Andrés Hurtado, quien enfrenta 18 meses de prisión preventiva por estar implicado en una trama de tráfico de influencias, lavado de activos y sobornos, ha vuelto a considerar la posibilidad de acogerse a la colaboración eficaz, una decisión que inicialmente había descartado.
Según un informe difundido este domingo por Perú21, el fiscal supremo Alcides Chinchay, de la Segunda Fiscalía Suprema Transitoria Especializada en Delitos Cometidos por Funcionarios Públicos, percibe que Hurtado podría utilizar la figura como una táctica para intentar anular la medida cautelar en su contra.
“Si hablo, me van a matar”, le habría dicho el conductor al magistrado al explicarle que teme por su seguridad. Para obtener un beneficio penal, no solo debería proporcionar detalles sobre un supuesto soborno de un millón de dólares en el que estaría implicada la fiscal especializada en lavado de activos, Elizabeth Peralta, sino también desglosar otros posibles delitos y conexiones con funcionarios.
Además, debería brindar luces ante los indicios de que el dinero relacionado con estos sobornos estaría vinculado al estilo de vida de lujo de sus hijas en Estados Unidos, lo que también es de interés para la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA). De acuerdo con el diario, que cita fuentes oficiales, los fiscales están atentos a la posibilidad de que Hurtado quiera ser liberado antes de brindar información crucial, un arreglo que no sería aceptable para las autoridades.
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