Marilú Montiel, exesposa de Andrés Hurtado y madre de sus hijas Josetty y Gennesis, llegó al Perú con la esperanza de visitar al padre de sus hijas en el penal de Lurigancho. Montiel, quien reside en Estados Unidos, realizó el viaje con la intención de brindar apoyo emocional al polémico conductor de televisión, conocido popularmente como ‘Chibolín‘, quien enfrenta cargos por tráfico de influencias y cohecho pasivo.
A pesar de sus buenas intenciones, Montiel se encontró con una negativa al intentar ingresar al penal. Según fuentes cercanas, Hurtado decidió no recibir la visita de su exesposa, prefiriendo mantener a su familia alejada de la situación legal que enfrenta. Este rechazo ha generado diversas reacciones y especulaciones sobre el estado emocional y mental del conductor de televisión.
La noticia del rechazo de la visita de Montiel no tardó en viralizarse en redes sociales. Los seguidores de ‘Chibolín‘ expresaron su sorpresa y descontento ante la decisión del conductor. “Es triste ver cómo la familia se ve afectada por estas situaciones“, comentó un usuario en Twitter. Otros, sin embargo, apoyaron la decisión de Hurtado, argumentando que podría ser una forma de proteger a sus hijas del escándalo mediático.
Contexto Legal y Familiar
Como se sabe, Andrés Hurtado ha estado en el ojo del huracán desde su detención. Las investigaciones en su contra han revelado detalles que han impactado tanto a su audiencia como a su círculo cercano. A pesar de la controversia, sus hijas han mantenido un perfil bajo y no han emitido declaraciones públicas sobre la situación de su padre. Este silencio ha sido interpretado por algunos como una muestra de respeto hacia la privacidad familiar.
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