La crisis se agudiza en Bolivia, se han agotado las reservas de gas y la imposibilidad de acceder a los dólares en reemplazo de un peso totalmente devaluado, impacta también en la migración. Se estima que más de un millón de bolivianos se aprestan a ingresar al Perú, por la frontera de Puno.
El gobierno no tiene una política establecid para enfrentar este problema, porque inclusive las voces que piden cerrar las fronteras, no conocen que en el norte y el sur apenas un décimo de los pasos fronterizos tienen vigilancia policial. De modo que estamos frente a una crisis política, social, humanitaria y de seguridad frente a la cual casi nadie habla.
EXIGEN MEDIDAS PARA EVITAR ÉXODO
La congresista Rosángela Barbarán Reyes, envió un documento al ministro de Relaciones Exteriores, Elmer Schialer Salcedo, donde le exige informar las medidas que el gobierno implementará para evitar un éxodo boliviano en el Perú.
Según cifras de la ONU, la población venezolana en el Perú asciende a un millón 224 mil 519, lo que ha traído graves problemas, principalmente el colapso de hospitales.
MANEJO POLÍTICO OCULTO
El promotor cultural José Morales, confirmó la hipótesis inicial respecto al manejo político en el vecino país, «el reclamo de las danzas (diablada, morenada y llamerada) como suyas, era una cortina de humo para distraer a los bolivianos sobre la actual crisis que vive ese país», dijo.
Añadió que Puno y el Perú no tienen la capacidad para recibir a más migrantes.
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