Hace un mes que el gobierno de la presidenta Dina Boluarte, mediante Resolución Suprema N° 125-2024-IN, cesó en sus funciones al último prefecto regional de Arequipa, Lucía Nailed del Pilar Valdivia Corrales, y aún no designa a su reemplazante.
Se desconoce las razones de que no haya una nueva designación, pero esta situación afecta los asuntos de la administración y seguridad interna de la región, debido a que no hay un representante del Poder Ejecutivo.
Habitualmente, en Arequipa, la designación de un nuevo prefecto no ha tardado más de una semana. En las últimas dos décadas, es la primera vez que un gobierno democrático no designa a la nueva autoridad política por más de un mes.
Todo parece indicar que una de las razones por la que no se ha dado la designación es la investigación fiscal que pesa contra el hermano de la presidenta, Nicanor Boluarte, quien es acusado, junto a su entorno político, de haber armado una red política para designar prefectos y subprefectos a cambio de dinero, así como de recibir apoyo para la formación de una nueva organización política.
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