Noni y su poder en la PrelaturaNoni y su poder en la Prelatura

Noni Melissa Ayestas Castillo es otra de las personas claves del entorno del obispo Ciro Quispe López, quien en las últimas semanas se ha visto envuelto en escándalos que empañan su vida sacerdotal. Ella prácticamente vivía en la Casa Parroquial de Juli, laboró para la Prelatura de Juli y Cáritas Juli, mientras una empresa de la que fue gerente se encargaba de ejecutar proyectos productivos pagados por la Iglesia.

Recordemos que los primeros días del mes de julio una exempleada, que laboró por casi cinco años en la Prelatura de Juli, narró a Sin Fronteras lo que ya circulaba en las redes. Contó que la casa religiosa era epicentro de supuestos actos lujuriosos y libidinosos.

Por la gravedad de estas denuncias, el Vaticano a través de la Nunciatura Apostólica de Roma en el Perú, designó al ‘visitador’, monseñor Marco Antonio Cortez, para investigar a Ciro Quispe.

Fuentes periodísticas y personas del entorno del cuestionado obispo coinciden en que Noni Ayestas habría tenido cierto poder en la Prelatura y que incluso la llamaban “la Nadine del Obispado”, dado que se tomaba atribuciones que no eran comunes de una simple trabajadora.

CUMPLEAÑOS DE CIRO

Ella también participó del cumpleaños de Ciro Quispe el 20 de octubre de 2023. De acuerdo a varios videos grabados de diversos ángulos, se le observa bailando juntos en varios momentos.

FUNCIONARIA

La susodicha fue administradora de la Prelatura de Juli y después dirigió Cáritas Juli, que dependen del prelado. Mientras ella laboraba en dicha jurisdicción eclesial, la empresa “CIT Perú” ejecutaba proyectos productivos en diversas comunidades de Juli y también en colegios rurales. El monto de inversión es cuantioso.

CIT PERÚ

Sin Fronteras investigó el caso y pudo determinar que el entorno familiar de Noni Melissa Ayestas Castillo manejó varios proyectos financiados por la Prelatura de Juli. Nada de ello sería posible sin el aval del obispo Ciro Quispe.

Noni Ayestas fue trabajadora de CIT Perú y en el 2021 asumió la gerencia. Los socios fundadores de dicha firma son los arquitectos Narda Yolanda Castillo Castillo (su tía), y Juan Carlos Cáceres Olazo Jara.

A este mismo equipo empresarial el obispo Ciro Quispe le encargó proyectos tanto en las comunidades como en colegios: criaderos de cuyes, cocinas mejoradas, fitotoldos, entre otros. De acuerdo a informes firmados por Cáceres Olazo Jara estos superan los 200 mil soles.

¿TENÍA VARA?

Este medio visitó una comunidad donde se ejecutó un proyecto que, por pedido de sus pobladores no mencionaremos. Ellos indicaron que Noni Ayestas gozaba de prerrogativas y se desplazaba en las camionetas de la Prelatura de Juli, e incluso daba órdenes a los trabajadores.

ORDENABA…

Esto último coincide con la declaración de una extrabajadora que dijo que ella hasta le hacía cocinar para sus familiares. “Un día ya estaba en mi casa, salí del trabajo, ella (Noni) me dijo ¡ven y cocina!, era para su hijo y mamá más. El obispo ya me había ordenado que le obedeciera”, relató entonces.

QUEJAN A CIT PERÚ

El 22 de marzo de 2024, Isabel Eliana Chaiña Flores, directora del proyecto Cedif Juli (Inabif), se quejó con los trabajos que realizó CIT Perú. En un escrito dirigido al obispo Ciro Quispe, se quejó diciendo: “A la fecha se tiene pendiente la entrega de cocina industrial, ya que la internada no cumple con las especificaciones técnicas y el galpón de cuyes ha mostrado algunas deficiencias, las cuales fueron reportadas al responsable del proyecto Juan Carlos Cáceres Olazo”.

SU PADRASTRO

El 16 de mayo de 2024, en Puno, y el 5 de junio en Lima, Ciro Quispe presentó el libro: Catedral de Juli. Quien comentó el texto en la capital fue Boris Espezúa Salmón, quien era jefe de la Biblioteca Nacional del Perú, y padrastro de Noni Ayestas.

LOS DESCARGOS

Al ser consultada sobre su papel en la Prelatura, Noni negó un trato peyorativo con el entorno religioso y dijo que solo tuvo comunicación con un reducido número de personas, entre ellos dos clérigos. Admitió que se quedó a pernoctar en varias oportunidades en la Casa Parroquial y reconoció que en alguna ocasión, su madre (Yanina Castillo Castillo) también visitó ese lugar, “para conocer al obispo” (Ciro Quispe).

Sobre las noches que se quedó a dormir en la Casa Parroquial adujo que fueron las veces que no encontraba carros para regresar a Puno. Sin embargo, nuestras fuentes nos reiteraron que «ella vivía la mitad de la semana en la Casa Parroquial, yo le abría la puerta en las noches», aseveró uno.

Noni Ayestas precisó que a fines del 2023 solo apoyó en la Administración de la Prelatura de Juli. “…Bueno, estuve apoyándolo un poquito, como administradora, por así decirlo, y luego recién en enero y febrero es cuando sí ya fui administradora, como tal. En noviembre y diciembre era el apoyo”, dijo.

Sostuvo que también estuvo a cargo de Cáritas Juli, instancia de la Prelatura juleña encargada de afianzar proyectos productivos. “Era la encargada de ver los proyectos (…) de conseguir o gestionar las donaciones. Hemos llevado donaciones… esa ha sido mi labor hasta la quincena de mayo (de 2024)”, añadió.

A su turno, Cáceres Olazo Jara reconoció que CIT Perú efectuó trabajos para la Prelatura en los años 2023 y 2024, y que el contrato se canceló este año. Sobre las objeciones, Isabel Chaiña dijo que hicieron otras mejoras que no estuvieron contempladas en el proyecto.

También admitió que Noni Ayestas fue gerente de su empresa y que Narda Castillo (tía de Noni) es socia de CIT Perú.

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