El fervor de la peregrinación al santuario de la Virgen de Copacabana experimentó un notable descenso en su concurrencia durante el día central el 5 de agosto, en comparación con años anteriores. Aunque la devoción se mantiene, el número de fieles que cruzaron la frontera desde Kasani para llegar al emblemático templo fue significativamente menor.
Nuestro corresponsal, Hugo Cueva se trasladó hasta el lugar donde reportó una baja afluencia, de igual manera informó que los peregrinos que visitaron el lugar realizaron los tradicionales actos de fe. Asistieron a la misa en el santuario, pasaron por la capilla para encender velas y adquirieron objetos religiosos para recibir la bendición de la Virgen. Sin embargo, los comerciantes del área señalaron que este año la venta de productos en el santuario disminuyó, atribuyendo la reducción en el número de visitantes a que el evento coincidió con un día martes en lugar de un fin de semana.
Además, muchos peregrinos optaron por visitar la Boca del Sapo, una tradición local donde se revienta el champagne como símbolo de prosperidad económica.
La disminución en la afluencia de fieles plantea interrogantes sobre las futuras celebraciones y su impacto en la economía local, que tradicionalmente se ve favorecida por el turismo religioso durante esta festividad.
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