El 20 de octubre de 2023 fue una fecha significativa para el obispo de la Prelatura de Juli, Ciro Quispe López, pues celebró a lo grande sus 50 años. Lo que en un inicio prometía ser una reunión formal y austera, se quebrantó con un inusual jolgorio, al menos así lo refieren feligreses del círculo cercano al prelado, ya que -sostienen-, que la Casa Parroquial merece majestad y respeto.
La sala – comedor rompió su silencio, al promediar las 19:15, ya que algunos integrantes de un grupo musical juleño y coristas de la iglesia, entonaron música cusqueña, valicha, huaynos aymaras, algunas cumbias y hasta canciones bolivianas. Los asistentes brindaron con vino y cerveza, además de refrescos y gaseosa. Los enormes cuadros y la pecera de aquel ambiente fueron mudos testigos del frenesí que se extendió hasta las primeras horas del día siguiente.
Aquella noche terminaría en un verdadero escándalo, ya que el licor y sentimientos encontrados provocaron intrigas, escenas de celos y hasta viles ofensas.
Cuando los asistentes despidieron la fiesta, unos abandonaron la Casa Parroquial, otro grupo, en su mayoría damas, se fueron a las habitaciones de la residencia religiosa.
Empero, algunas hermanas que notaron ciertos excesos en los bailes, corroboraron lo que semanas atrás narró a este medio una exempleada de la Prelatura de Juli.
Estas testigos contaron que, pasadas las dos de la madrugada, dos damas que presuntamente mantenían un vínculo amoroso sentimental con el prelado, maltrataron a una tercera joven.
Al parecer, ninguna de ellas sabía del enredo supuestamente amoroso, pero la embriaguez y los celos las traicionaron, terminando en una especie de enfrentamiento romántico.
Esta vez nos mostraron videos grabados desde diferentes ángulos, y por la calidad de las imágenes, fueron captadas por diferentes celulares.
Nos contaron que, cuando las protagonistas descubrieron que estaban en un triángulo sentimental, comenzaron a desvelar supuestas relaciones con el obispo, Ciro Quispe López, con datos íntimos que se restregaban entre ellas.
La fuente nos contó que el material se difundió tras el cumpleaños del clérigo. Cada una pretendió dejar en claro que sería la pareja formal.
BESO VIRTUAL
Recordamos que, en una de las imágenes que se hizo pública, el obispo Ciro Quispe arruga sus labios, enviando el que sería un beso a una mujer cuya imagen aparece en la parte inferior. La escena corresponde a una captura de pantalla a raíz de una comunicación que ambos sostuvieron vía WhatsApp.
Sin Fronteras viajó hasta Cusco y en esa región pudo identificar a la persona a la que el obispo le envió un beso virtual. Se trata de la profesora Yesenia Trinidad Valenzuela Bravo, quien labora en un colegio de Urubamba. Sus conocidos, cuyas identidades guardaremos en reserva, contaron que el religioso y la maestra se conocen desde hace muchos años, casi dos décadas.
Ella es una de las que mayor escándalo armó aquella madrugada tras el cumpleaños de monseñor Ciro Quispe. Las demás presenciaron la escena y juraron vengarse.
En los videos a los que accedimos, se observa entre el tumulto, a las tres damas. Yesenia Valenzuela, baila alegremente con el obispo en varios momentos y cuando este se contornea con otras, cambia su semblante, su expresión de enojo es clarísimo.
Pasada la medianoche, la maestra -según varios testigos-, protagonizó una escena de celos. A boca de jarro acusó a otra asistente de ser la presunta amante del obispo. «Qué barbaridad, eso ocurrió en la habitación del obispo, ese berrinche lo hizo en su delante y no dijo nada», narró otra fuente.
ARRANQUE DE CELOS
Luego de la pelea, la mayoría acudió a sus alcobas, pero ahí no acabó la pelea. Al día siguiente, el 21 octubre, Valenzuela continuó insultando a la muchacha, acusándola de tener un amorío. La profesora, al percatarse que era grabada, se fue a otro espacio y estalló en lágrimas reclamando la traición. «Después de venir tan lejos y amarlo tanto, me entero esto… ¡Noooo!», gritaba desconsolada.
¿LA OTRA CELOSA?
Una religiosa que estuvo presente en aquella ocasión, señalando el rostro de una señorita que también bailaba con el obispo, dijo que la conocen como «Noni», «y es muy, demasiado cercana a monseñor».
Contó que ella vivía en el Obispado y era la que sembraba discordia entre otras damas que, de vez en cuando, acudían a la casa parroquial.
¿QUIÉN MIENTE?
El sábado 13 de julio, cuando este periodista se reunió con el obispo en la Casa de Retiro de Chucuito, este alegó que la mujer a la que le envió el beso virtual era su pariente, ya de edad. Su versión no se ajusta a la verdad, porque accedimos a partidas de nacimiento y no hay ningún tipo de vínculo familiar directo ni indirecto. Quisimos mostrarle las nuevas pruebas al obispo, pero este rehuyó de hablar. Se negó a dar sus descargos.
CALLA Y OTORGA…
Sin Frontera buscó la versión de Yesenia Valenzuela, se excusó de hablar, arguyendo que estaba en el colegio, con sus alumnos. «No puedo (hablar) estoy con mis niños», dijo. Le indicamos que ayer era feriado, pero insistió que «hoy estoy laborando».
La maestra no negó el acto de celos, y dijo «Ahora no lo puedo atender… Usted puede tener todo (videos y testimonios), pero pueden ser cosas que no son», añadió y se comprometió a devolvernos la llamada, pero hasta altas horas de la noche no lo hizo.
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