Malestar y preocupación continúa generándose entre los familiares de los difuntos por el robo indiscriminado de decenas de lápidas en el interior del cementerio central de Laykakota en la ciudad de Puno.
Las lápidas, en su mayoría de bronce, permanecían incólumes por varias décadas.
A pesar de las reiteradas denuncias, hasta el momento no se identifica a los sospechosos.
Ante ello, el personal de la Beneficencia Pública de Puno, encabezada por su gerente, al parecer, no hace o dice nada.
Una fuente de la institución señaló que se sospecha que los trabajadores del cementerio podrían estar involucrados en los robos. Esta teoría se basa en que se utilizaron herramientas que serían difíciles de pasar desapercibidas en las puertas de acceso.
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