El obispo de Juli, Ciro Quispe López, reapareció pero no frente a la feligresía aymara sino, un poco lejos, en la ceja de selva de la región Junín, tras un encuentro de formación a religiosos de aquellas inhóspitas. Allí ha de permanecer mientras se desarrollen las investigaciones en su contra, sobre supuestos actos inmorales y sexuales.
Como se recuerda, el 16 de julio, la Nunciatura Apostólica del Perú en Roma, designó a monseñor Marco Antonio Cortez Lara, para que en calidad de «visitador», indague sobre esas graves imputaciones.
El prelado que además es obispo de Moquegua y Tacna, llegó a Juli el miércoles y ayer jueves comenzó su labor, recabando testimonios para determinar la verdad.
El paradero del obispo de Juli, ha sido corroborado debido al Facebook de la «Prelatura de Juli», donde se da cuenta que se encuentra en la jurisdicción del Vicariato de San Ramón, situado en la provincia de Chanchamayo, región Junín. «En el Vicariato de San Ramón se concluyó el curso bíblico de actualización y formación permanente. Nuestro obispo Mons. Ciro Quispe trabajó durante estos días, con los sacerdotes y religiosas de esta porción de la iglesia que peregrina en San Ramón.», se lee en publicación actualizada esta mañana.
Minutos antes, los que manejan esa red social, también publicaron fotos de la que sería aquella jornada de capacitación, indicando que es el «tercer día de formación permanente», donde se le observa al polémico obispo juleño, dando charlas sobre el evangelio y acaso valores religiosos.
En la Prelatura de Juli, evitaron dar información y nos aclararon que la permanencia de Ciro Quispe en la selva central no habría sido programada por la Iglesia, sino que se trataría de un acto ‘voluntario’ del clérigo.
Comentarios de Facebook