Obispo de Juli, Ciro López.Obispo de Juli, Ciro López.

El obispo de Juli, Ciro Quispe López, está envuelto en un escándalo mayúsculo que pone en cuestión la pureza que tanto profesaba. Y es que accedimos a imágenes y audios, con contenidos elocuentes.

Primero, fotos de la que sería su habitación, con la cama ocupada por alguien; luego alguien levantando una botella de licor “Casillero del Diablo”, capturas de conversaciones en whatsapp, y una fotografía del piso donde yacía un preservativo, su envoltura, algunas colillas de cigarro, y más.

Una foto del obispo que, al parecer, sería la captura de una videollamada, porque a un lado de la parte inferior se observa la imagen de una dama, con quien dialogaba. Los gestos graficaban seducción, acaso libido.

En el último paquete había una foto de condón usado al lado de la cama del prelado. También nos llegaron dos audios, de 33 y 35 segundos, respectivamente, donde se refiere a una dama, no como un clérigo sino como alguien que se dirige a su pareja.

GRABACIÓN DE VOZ

“Mi gorda preciosa estaba intentando llamarte, pero… (suspira) Ay, mi gorda. No sé, tengo tanta vergüenza contigo, tanta vergüenza, me apena tanto no tener un espacio y complicarme yo la vida entre una y otra cosa. Ahorita estaba coordinando unos detalles; mi gorda te sacrifica tanto, tanto y tanto, me da tanta pena eso; en serio me da tanta pena que te tenga que poner así, y la verdad…(se corta)”, se oye en la primera grabación en voz que habría enviado el mismo obispo Quispe López.

En el segundo audio, ya con más confianza, se le escucha más cariñoso.

“Te amo mi gorda preciosa, espero que eso vaya bien, y en serio, me vas a disculpar ¡Te amo mucho, gorda!, y me da pena que te ponga en esa situación. Hay mi gorda me da tanta pena; ojalá que podamos tener días tranquilos, no voy a hacer nada esos días, me estoy programando para no hacer nada. Te amo mucho mi gorda preciosa y espero que todo vaya bien, y mañana conversamos. Te amo mucho mi gorda preciosa”, decía.

SANTO SILENCIO

El lunes le pedimos una entrevista a monseñor, no nos respondió. El martes acudimos a su residencia en la ciudad de Juli, a espaldas de la Iglesia San Pedro. Nadie nos atendió. Llamamos a celulares 935…833578 y 925…532, pero nos había bloqueado. En la Prelatura de Juli una señora se comunicó con él e indicó que estaba en Puno, y que nos devolvería la llamada. No lo hizo y dejó en visto los mensajes por whatsapp.

Al ver que lo buscábamos, una mujer se aproximó y dijo que laboró con el obispo de Juli por más de 5 años, y que tras supuestos maltratos, renunció y se quejó a la Sunafil para reclamar sus derechos laborales. La llamaremos “Dina” para proteger su identidad y evitar represalias.

Ella narró con detalles hasta obscenos, que el obispo tendría una vida terrenal de lujuria, al punto de convertir la casa parroquial en un centro de citas, con furtivos y ocasionales encuentros de pareja.

Dijo que la contrataron para cocinar, pero que el clérigo le hacía limpiar su residencia y le ordenaba que atienda a las mujeres que lo visitaban y que guarde un silencio sepulcral.

“Las parejas del obispo son la ‘’Yesica, la ‘Rouz’, la ‘Noni,’ que duerme ahí. La chica es de acá de Puno, la soprana Edith… la madre Sandra [era] su conviviente, otras chiquitas son menores que no se les puede mencionar su nombre. Él [obispo] es hijo de una madre soltera y él aprovechándose de las mujeres”, comenzó su relató.

Dina indicó, durante las ocasionales visitas, al amanecer ingresaba a la habitación para hacer limpieza y encontraba cabellos de mujeres entre las sábanas y en el piso distintas prendas y objetos que harían presumir que el obispo no estaba entregado al culto a Dios sino a la lujuria.

“He encontrado [durante la limpieza] calzones, su sábana manchada de sangre de menstruación, ‘aggg’ y ropas de mujeres. Yo extendía la cama del monseñor. Limpiaba. Se acostaba con una chica, pasaron dos, tres días, y otra chica llegaba. He encontrado en el piso condones. Tenía que limpiar su habitación. No sé cómo engañaba a las chicas. Antes con el anterior obispo no entraban ahí, no dormían ahí”, contó.

El relato de Dina se basta para una segunda parte, por lo que continuaremos en una próxima edición.

MAGRO ANTECEDENTE

El 5 de julio del año pasado, se dio cuenta de que una camioneta chocó a un poste en la avenida El Ejército (Puno) y que sus ocupantes huyeron en aparente estado de ebriedad. Se dijo que entre la tripulación iba el obispo y hasta una mujer.

Eso lo negó monseñor Ciro Quispe, por lo que corregimos la información. Solo Dios sabrá la verdad.

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