El fútbol va más allá de correr detrás de un balón, demanda estrategia, pasión y constancia. De todo esto, sabe muy bien el entrenador Néstor Lorenzo, responsable de la clasificación de la selección de Colombia a la final de la Copa América después de más de dos décadas.
Para comprobar lo dicho, tenemos que ir hacia atrás. Un joven Lorenzo, con 34 años, recién había dejado el fútbol y se unió a las filas del comando técnico de José Pekerman. Como asistente, pasó por las filas de la selección de Argentina, Toluca y Tigres de México, y la misma Colombia.
Néstor sabía que su oportunidad llegaría, por lo pronto captaba todo el conocimiento de su maestro Pekerman. Hasta que un club peruano le tocó la puerta. Exactamente en 2021, Melgar lo llamó para afrontar el reto más importante en lo que iba de su carrera.
Su formación como jugador y sobre todo su temperamento como defensor lo obligaron a ir hacia adelante y dar una respuesta afirmativa. De hecho, el miedo estuvo presente, ya que era su primera experiencia como principal, previamente solo estuvo detrás de bambalinas.
Debut exitoso en Melgar
Llegó al Perú como un desconocido total. Sin un cartel propio. Con el rótulo de “asistente de Pekerman”. Pero, Lorenzo tenía claro que su trabajo hablaría por él. Se puso manos a las obras, utilizó su primera temporada como adaptación y dio una pequeña muestra de lo que es capaz.
En ese trance de colaborador a DT principal no le fue nada mal. Logró colocar a Melgar en la quinta posición de la tabla acumulada de la Liga 1 y consiguió la clasificación a la Copa Sudamericana. No olvidemos este último torneo porque fue donde se dio el punto de quiebre en su carrera.
En el 2022, el ‘león del sur’ participó en el certamen internacional, con el ‘gaucho’ en el banquillo, y fue avanzando de rondas. Algo no visto desde la campaña histórica de Cienciano en inicios de este siglo. Dejó en el camino a Racing Club, Cuiabá y River Plate de Uruguay en fase de grupos.
En ronda de eliminación directa, Néstor y compañía estuvieron a la altura. Plantaron cara a Deportivo Cali e Internacional de Porto Alegre, y los eliminaron en octavos y cuartos correspondientemente. En semis, no pudieron ante Independiente del Valle y dijieron adiós a la competencia.
No quedó esa sensación de ‘fracaso’, todo lo contrario. El club ‘rojinegro’ llenó de ilusión a todos los peruanos e inclusive hinchas de otros elencos se sumaron al aliento hacia los arequipeños. Y es que repito, no era algo antes visto, al menos por esta generación.
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