En conferencia para la prensa la Junta de Usuarios del Sector Hidráulico Menor Locumba Clase A expresó este lunes su rechazo a la modificación del estudio de impacto ambiental de las unidades mineras Toquepala y Cuajone, iniciativa impulsada por la empresa minera Southern Perú.
Hemes Gutiérrez Gutiérrez, representante de la organización, explicó que tal disposición significaría la ampliación de las instalaciones de la minera en más de 500 hectáreas, lo que traería consigo el perjuicio del abastecimiento del servicio de agua y la afectación a la flora y fauna en los centros poblados y comunidades campesinas de las provincias Jorge Basadre y Candarave.
La postura de oposición se sostiene también en el hecho de que – según la junta de usuarios- la empresa minera habría incumplido acuerdos de un acta que se remonta al año 2014, en la que se dio por aprobado el estudio de impacto ambiental (EIA) de la ampliación de la concentradora de Toquepala y recrecimiento del embalse de Quebrada Honda.
En el documento se contemplarían compromisos como el financiamiento de estudios de ampliación de la frontera agrícola, construcción de un embalse de compensación en Aricota para regular el volumen de agua de acuerdo a los requerimientos de los usuarios, entre otros.
A su turno, Adrián Cutipa Machaca, presidente de la Junta de Usuarios de Riego de Candarave, indicó que no se están comunicando debidamente los avances del estudio de impacto ambiental, cuyo tiempo de elaboración estaría venciendo.
Precisó que se pide que el nuevo estudio considere la inclusión de los componentes de agua y ser humano, y se demanda agregar como zona de influencia a la provincia Candarave.
«La actividad minera hizo que Candarave se despueble. En 2015 se tenía una licencia de agua de 2 mil 346 l/s que otorgó la ANA a la junta de usuarios, pero actualmente con la deficiencia de lluvias no se llega ni a 1000 l/s», finalizó.
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