Pobladores y danzarines se dejaron llevar por el festejo en honor a la Virgen de la Candelaria, el cual, en muchos casos terminó en excesos.
Muchas calles aledañas que comprendían el tramo final de la parada en veneración a la Mamita se vieron topadas por cansados danzarines tomaron las vías públicas para consumir bebidas alcohólicas.
Vías como el jirón Titicaca, la avenida El Sol, hasta llegas al parque Ramón Castilla, entre otras, estuvieron abarrotadas por comerciantes que hábilmente burlaban al personal de seguridad ciudadana e instalaban sus puestos de venta. El mismo que era utilizado como un área de descanso y consumo de bebidas.
HASTA LAS ÚLTIMAS
Tras el término del recorrido de los últimos conjuntos, como la Morenada Salcedo, entre otros, los visitantes eran quienes se robaban el show, ya que comenzaron a bailar detrás de las bandas autodenominados el bloque de los “huarales”, ya que uno de los requisitos era que te encuentres relativamente ebrio para que bailes con un mayor fervor.
Muchos de las personas recorrían las arterias hasta alta horas de la noche sin que la lluvia ni el frío las detengan. Casi todos entonaban canciones con gran sentimiento.
Cabe resaltar que la lluvia interrumpió la parada desde las 18:00 horas de ayer. Sin embargo, ello no amilanó a los ocurrentes danzarines.
LO DIERON TODO
Cabe resaltar que tanto como en el primer día de la parada y el segundo, varios danzarines, entre niños, jóvenes y adultos, se desplomaban al termino del recorrido. Los danzarines de la waca waca y la morenada, entre otros, eran los más perjudicados. Se reportó algunos incidentes sin mayores contratiempos.
Los niños también se vieron afectados por el largo recorrido. Algunos llevaban pesados trajes pese a su corta edad.
Comentarios de Facebook