Entre bombos y platillos, el alcalde de Arequipa, Víctor Hugo Rivera, presentó hace apenas dos semanas a su nuevo gerente municipal, Jaime Miguel Fernández Garay, en reemplazo de Augusto Arce Paredes. Sin embargo, ayer anunció su retiro aparentemente porque no habría cumplido las metas asignadas en este corto periodo, y en su lugar colocó al contador Pablo Salinas.
Al ser consultado por el pronto cambio de Jaime Fernández como gerente general, Rivera Chávez indicó que su decisión fue netamente por el incumplimiento de metas. Sin embargo, no se descarta que Fernández fuera cesado por acumular varias denuncias, lo cual fue cuestionado por los medios de comunicación.
Entre los delitos por los que se le acusa se encuentra abuso de autoridad, colusión agravada y malversación, en agravio de la Empresa Prestadora de Servicio (EPS) EMAPICA S.A./OTASS.
De acuerdo a la autoridad, Salinas asumirá funciones desde hoy, jueves 4 de enero, y él, al igual que el resto de funcionarios, ha sido advertido de que sino cumple las metas asignadas, será removidos a la brevedad.
Por otro lado, al ser consultado el alcalde por la denuncia por el presunto delito de cohecho pasivo que tiene como protagonista a su asesor Adolfo Donayre, Rivera dijo que estaba enterado y que esta es una situación normal en funcionarios públicos, sino tomen como ejemplo su caso, que acumula 3 denuncias por el Sitransporte durante el 2023.
«A mí no me importa que tenga denuncias, porque todo funcionario público está expuesto a ello, sino tráiganme a alguien que no tenga denuncias. Además, mientras no haya una sentencia fija, todos pueden ser convocados para trabajar», refirió Rivera.
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