El verano está a la vuelta de la esquina y muchas mujeres ya están pensando en renovar su armario con las últimas tendencias en ropa de baño y calzado.
Sin embargo, no siempre es fácil acertar con la elección de unas sandalias plataforma, ya que hay muchos factores que influyen en el estilo, la comodidad y la funcionalidad de estas prendas.
Por eso, en este artículo te vamos a dar algunos consejos para que puedas escoger tu ropa de baño mujer y lucir un look perfecto en la playa o en la piscina, sin renunciar a tu personalidad y a tu bienestar.
La importancia de la talla y el diseño
Uno de los aspectos más importantes a la hora de elegir un traje de baño mujer es la talla. Es fundamental que el traje de baño se adapte bien a tu cuerpo, sin apretar ni dejar marcas, pero tampoco sin quedar holgado o caído.
Una talla incorrecta puede arruinar tu silueta y hacerte sentir incómoda o insegura. Por eso, te recomendamos que te midas bien antes de comprar y que consultes las tablas de medidas de cada marca, ya que pueden variar según el país o el fabricante.
Otro aspecto clave es el diseño. Hay muchos tipos de trajes de baño mujer: bikinis, tankinis, trikinis, bañadores enteros, etc. Cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y depende de tu gusto y de tu tipo de cuerpo.
Lo ideal es que elijas un modelo que resalte tus puntos fuertes y disimule tus debilidades, que te favorezca y que te haga sentir cómoda y segura. Por ejemplo, si tienes poco pecho, puedes optar por un bikini con relleno, volantes o estampados.
Si tienes mucho pecho, puedes elegir un modelo con aros, tirantes anchos o escote halter. Si quieres disimular la barriga, puedes optar por un tankini, un bañador entero o un bikini de talle alto.
Si quieres alargar las piernas, puedes elegir un modelo con braguita de corte alto o con lazos laterales.
La importancia del color y el estampado
El color y el estampado de tu traje de baño también son muy importantes, ya que pueden realzar o apagar tu tono de piel, tu cabello y tus ojos. Por eso, te aconsejamos que elijas un color que te favorezca y que vaya acorde con tu personalidad.
Los colores cálidos, como el rojo, el naranja o el amarillo, suelen favorecer a las pieles claras y a las rubias. Los colores fríos, como el azul, el verde o el morado, suelen favorecer a las pieles oscuras y a las morenas.
Los colores neutros, como el blanco, el negro o el beige, suelen favorecer a todo tipo de pieles y cabellos, y son muy elegantes y versátiles.
En cuanto al estampado, hay muchas opciones: flores, rayas, lunares, animal print, geométricos, etc. Lo importante es que el estampado no sea demasiado grande ni demasiado pequeño, y que no cree un efecto óptico que distorsione tu figura.
Por ejemplo, las rayas horizontales pueden ensanchar, las verticales pueden alargar, y las diagonales pueden estilizar. Los estampados florales pueden dar un toque romántico y femenino, los de animal print pueden dar un toque salvaje y atrevido, y los geométricos pueden dar un toque moderno y original.
La importancia de los complementos
Los complementos son el toque final que puede hacer que tu look de verano sea un éxito o un fracaso. Por eso, debes elegirlos con cuidado y con criterio, sin recargar demasiado tu imagen ni desentonar con tu traje de baño.
Entre los complementos más habituales están las sandalias, los sombreros, las gafas de sol, las toallas, las bolsas, los pareos, las joyas, etc.
Las sandalias son el calzado más adecuado para el verano, ya que son frescas, cómodas y prácticas. Sin embargo, no todas las sandalias son iguales, y debes elegir el modelo que mejor se adapte a tu pie, a tu traje de baño y a la ocasión.
Por ejemplo, si tienes el pie ancho, puedes optar por unas sandalias de verano con tiras anchas o con hebilla. Si tienes el pie estrecho, puedes elegir unas sandalias con tiras finas o con cordones.
Si quieres ganar altura, puedes elegir unas sandalias con plataforma o con cuña. Si quieres ir más plana, puedes elegir unas sandalias planas o con un poco de tacón.
Las sandalias de moda para este verano son las sandalias con plataforma, que combinan estilo y comodidad, y que puedes encontrar en diferentes colores, materiales y diseños.
Las sandalias mujer con plataforma son ideales para alargar las piernas, estilizar la figura y dar un toque chic y sofisticado a tu look.
Puedes combinarlas con todo tipo de trajes de baño, desde los más clásicos hasta los más modernos, y con todo tipo de complementos, desde los más sencillos hasta los más llamativos.
La importancia de la calidad y el precio
La calidad y el precio son otros dos factores que debes tener en cuenta a la hora de comprar tu ropa de baño y tus sandalias. No siempre lo más caro es lo mejor, ni lo más barato es lo peor.
Lo importante es que busques una buena relación calidad-precio, que te asegure que tu compra sea una inversión y no un gasto. Para ello, debes fijarte en el material, la confección, la durabilidad y el cuidado de las prendas.
El material debe ser de buena calidad, resistente, transpirable, elástico y que no se decolore ni se deforme con el sol, el cloro, el agua salada o el lavado. Algunos de los materiales más recomendables para la ofertas en ropa de baño son el nylon, el poliéster, el elastano o la lycra.
Algunos de los materiales más recomendables para las sandalias son el cuero, la tela, el corcho o la goma.
La confección debe ser de buena calidad, con costuras firmes, remates limpios, forros suaves y detalles cuidados. Debes evitar las prendas que tengan hilos sueltos, arrugas, manchas, roturas o defectos.
También debes evitar las prendas que tengan adornos que puedan molestar, pinchar, raspar o caerse, como lentejuelas, abalorios, flecos, etc.
La durabilidad debe ser de buena calidad, es decir, que las prendas te duren varias temporadas y que no se deterioren con el uso. Para ello, debes seguir las instrucciones de lavado, secado, planchado y almacenamiento que indique la etiqueta de cada prenda.
También debes evitar el contacto con productos químicos, como perfumes, cremas, desodorantes, etc., que puedan dañar el tejido o el color.
El cuidado debe ser de buena calidad, es decir, que las prendas te resulten fáciles de mantener y de limpiar. Para ello, debes lavarlas después de cada uso, con agua fría y jabón neutro, y a mano o en la lavadora con un programa delicado.
También debes secarlas al aire libre, sin exponerlas directamente al sol, y sin usar secadora ni plancha. Además, debes guardarlas en un lugar seco, fresco y oscuro, y sin doblarlas ni apretarlas.
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