El último primero de diciembre, una joven gestante llegó al servicio de Emergencia del Hospital Manuel Núñez Butrón. Por su estado, fue referida al Área de Gineco – Obstetra, del tercer piso, para las labores de parto.
De acuerdo a su historia clínica, el médico de turno que debió atender esa urgencia era Rendo López Apaza, pero dicho galeno no se encontraba, y en su lugar la atendieron otros, entre ellos un residente médico y una inexperta ginecóloga.
La parturienta de 27 años, a quien llamaremos “Sandra”, ingresó a la sala de operaciones pasada las 17:30 horas, alumbrando mediante cesárea, minutos después, a un varoncito. En medio del dolor, pudo ver a su bebé, pero no se lo devolvieron a los instantes como suele ocurrir.
Pasaban las horas y no le trajeron al bebé, aduciendo que nació con algunas “complicaciones muy comunes, y que estaría mejor en la incubadora”. Cuando su esposo, requirió mayor información lo ‘pasearon’, alegando que se los darían apenas se estabilice. Para tranquilizarlos les dijeron que estaba bien, que no se preocupen.
Al siguiente día, el padre averiguó con insistencia el estado del neonato, y pudo enterarse que tenía un problema en el brazo derecho, pues no lo movía, y lloraba mucho. Entonces exigió una placa de Rayos X, determinando una fractura. El hueso húmero del bebé se había quebrado, lo que provocaba el dolor insistente.
El papá buscó respuestas y acciones médicas, pero las obstetras y enfermeras indicaban que el único que podía dárselas era el médico Rendo López. En tanto, los jóvenes padres no tendrían a la criatura.
El lunes 04 de diciembre dieron de alta a “Sandra”, y ni siquiera pudo llevar a su vástago, pues permanecía en la incubadora. Solo les dijeron que, además de la fractura, tenía complicaciones al orinar.
El hermetismo sobre lo ocurrido se hizo recurrente, de manera que el lunes 11 decidieron presentar una denuncia ante la oficina de la Superintendencia Nacional de Salud (SuSalud), requiriendo que le otorguen un informe pormenorizado sobre el equipo médico que atendió el parto, la situación médica del neonato y copia de la historia clínica. Desde entonces ha mendigado la respuesta, pero no se la dan.
‘SACA CUERPO’
La madre accedió ayer a un informe que hiciera el residente Edison Paredes y acápite Quinto señala “indicar que dicho acto operatorio se llevó tal como establece las normativas de nuestro hospital y mi persona como primer ayudante del acto operatorio, lo cual consta en informe operatorio”. En suma, deslinda sobre la fractura.
Cabe mencionar que la ginecóloga Berenice Aedo, mantuvo contacto por whatsapp con la madre, desde el 14 de diciembre, y tras admitir cierta responsabilidad, se limitó a preguntar por el bebé, ofreciendo un apoyo que jamás concretó.
Una segunda Placa de Rayos X, advirtió que el huesito continuaba roto y separado, por lo que los padres tuvieron que llevar al pequeño Aarón, a una clínica de Arequipa, dado que en el nosocomio puneño soslayaron esa situación.
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