Con dos placas de titanio y ocho clavos que deberá llevar el resto de su vida acabó un menor de 13 años luego que el 13 de abril un compañero le puso el pie para que pierda el equilibrio, provocando que se golpeara la cabeza en las gradas. Ocurrió al interior del colegio San Francisco de Asís, ubicado en el distrito de Cayma.
La mañana de ayer, Juan Carlos Noriega, padre del menor, denunció que hubo omisión de funciones al abandonar a una persona en peligro.
«Mi hijo estaba mal y en el colegio esperaron a que su mamá vaya a recogerlo parra recién ser trasladado a una clínica o al hospital», dijo.
Luego que el menor fuera trasladado a la clínica Auna, los médicos les dijeron que debieron llevarlo de inmediato a un hospital y que se perdió tiempo valioso.
«Por la gravedad de la fractura ingresó a UCI y recién ayer (lunes) lo operaron», acotó el padre.
Noriega también señaló que ni los padres del menor agresor ni el director del colegio asumen sus responsabilidades, y que ninguna autoridad del plantel fue a preguntar por el estado de su hijo.
«Solo la operación ha tenido un costo de 36 mil soles. Eso lo pueden consultar en la clínica», finalizó.
Por otra parte, José Villena, uno de los responsables del colegio San Francisco de Asís, manifestó que él se está comunicando con la madre del menor y que están al tanto de la operación. Respecto a la omisión de funciones, manifestó que es protocolo del colegio esperar a lo padres para trasladarlo a un hospital.
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