Las familias de los dos trabajadores que murieron quemados el lunes en una minicentral eléctrica de la empresa de telefonía Claro pidieron justicia por presuntas negligencias de las empresas empleadoras.
Los técnicos electricistas Billy Jack Sialer Mejía (31) y Nelson Miguel Rodríguez Ormeño (45) fallecieron cerca de las 17:30 del lunes atrapados en una casa de fuerza de Claro, ubicada en la calle Zela 870, que ardió en llamas tras una fuerte explosión.
Según testigos, sus gritos de auxilio se silenciaron mientras los bomberos no podían abrir una puerta de acero blindada. La esposa de Billy Sialer indicó entre lágrimas que deja dos hijas de 8 años y dos meses huérfanas.
«Solo quiero que se haga justicia, esa puerta estaba cerrada, es injusto que muriera de esa manera», indicó la viuda en la morgue.
Por su parte, el hermano de Nelson Rodríguez indicó que a veces lo acompañó a trabajar y sabía que el lugar era un almacén con equipos electrógenos. Agregó que los trabajadores corrían riesgos al hacer el trabajo de varias personas y accedían a laborar de esta forma por necesidad.
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