Días atrás publicamos sendos informes sobre la cualidad del ingeniero Jimy Albert Aguilar Vargas, quien labora al mismo tiempo en varias entidades del Estado en cargos que deberían ser a dedicación exclusiva, de manera presencial.
Tras suplantar por medio año al supervisor de obra de pistas y veredas en el distrito de Muñani, fue descubierto por dirigentes, ronderos y la jueza de paz, el 9 de diciembre de 2022. En paralelo era residente de obra del Coliseo Cerrado de Asillo, y cobró irregularmente en otros municipios, como Nuñoa y Azángaro.
NO HA CAMBIADO
Este singular profesional no detuvo sus ansias de seguir ‘masticando’ al Estado. En el 2023 fue designado Residente de Obra del Coliseo Cubierto que ejecuta el Gobierno Regional de Puno (GRP), megaobra que cuesta unos S/ 40 millones. Este año también cobró S/ 15,141.67 del municipio de Corani.
CHOCÓ CON AYMARAS
Pero eso no es todo. Ayer fuimos a la comunidad de Jacha Yacango y Suquinapi, ubicada a unos 40 minutos en carro. En esas lejanías, también laboró Jimy Albert Aguilar Vargas, dejando grandes problemas. Allí fue residente de obra de las “Casitas calientes” construidas por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), desde el 17 de julio hasta hace poco.
Los comuneros exigían su presencia constante y que las obras se construyan tal como indican los expedientes técnicos. Esto no gustó a dicho ingeniero quien el último 1 de octubre presentó su renuncia, justificando “acoso y hostigamiento laboral” de la secretaria y tesorera del Núcleo Ejecutor.
¡MENTIRA!
Ellas lo desmintieron. “Una vez sí le he reclamado, pero fue por celular, no en persona, no venía tanto acá… me quejé de cheques que me hicieron firmar”, dijo la tesorera Eustacia Zapana.
La secretaria Anastacia Orocollo sostuvo que no lo vieron en setiembre y que se quejó por el pago de unos adobes.
DEFICIENCIAS
Los demás pobladores se quejaron porque algunas casitas calientes estaban abandonadas, sin techo. Los materiales se encontraban custodiados en cada predio, pero también denunciaron que las pocas veces que se le vio al residente, este no solucionaba los reclamos, les decía que viajen a la ciudad de Puno.
Un comunero dijo que en su “casita” no le dieron materiales que deberían, y al exigir, la supervisora les gritaba.
“Esa señorita nos levanta la voz y dice ‘ustedes no saben’ ¿cómo no vamos a saber? Nos daban 20 clavos y tenían que dar más, acá la hermana tuvo que comprar cemento porque no alcanzaba, a varios nos faltó, aún así nunca hemos faltado el respeto. ¿eso es hostigamiento?”, expresó.
AMENAZAS
Ayer pudimos ver que tras los reclamos, el presidente del Núcleo, Felipe Quiso, amenazó que existía la posibilidad de cerrar el proyecto, “están elaborando acta porque no se puede trabajar si todo el tiempo van a reclamar”, dijo, respaldando al nuevo residente y a la supervisora, Jackeline Mamani Coila.
NO LO PERMITIRÁN
Los lugareños comentaban que en la mañana el presidente del Núcleo había firmado un acta pidiendo el cambio del gestor social, Edgar Alejo Escobar. Esto enfureció a los aymaras quienes indicaron que no permitirían que se le retire, ya que es el único que sabe escucharlos y que gracias a él mantienen la calma.
MVCS VAYAN A LA OBRA…
Asimismo, exigieron al jefe del MVCS en Puno, llegue a la comunidad para solucionar los problemas, de lo contrario advirtieron que no permitirán que los sigan atropellando ni menos intimidando.
Comentarios de Facebook