El expresidente del directorio de la Beneficencia Pública de Tacna Carlos Romero Bartesaghi calificó como sinvergüenza la apelación que presentó la congresista Esmeralda Limachi Quispe a la sentencia judicial que le obliga a pagar S/ 47.900 por una deuda por alquiler de un inmueble de esta entidad.
Señaló que el problema está en la actual gestión de la entidad, ya que la legisladora no puede hacer lo que le da la gana valiéndose de su poder político.
Relató que la deuda inicial era más de S/ 180 mil, luego llegó a un acuerdo con el directorio para que le perdonen los intereses, reduciendo la deuda a la tercera parte y que Limachi se comprometió a pagar, es decir, S/ 48 mil.
Añadió que no conoce los argumentos de la apelación, pero considera que a este caso le dieron “muchas vueltas” y de eso es responsable la Beneficencia y cómplice de que se perjudique a los más necesitados, sobre todo de una congresista que dice representar al pueblo.
«Es un tema ético y moral, ella usufructuó más de 10 años un predio en alquiler y pretende echarle la culpa al papá que contrajo la deuda, pero ella aceptó todo el proceso», recriminó al tiempo de añadir que el local que utilizaba la parlamentaria sigue siendo un centro de venta de licor.
«La Beneficencia permite que el ‘chupódromo’ que dejó la congresista siga siendo igual, ya que el otro día fui a almorzar y me dijeron que solo venden cerveza», manifestó a la vez de indicar que la actual gestión es un desastre por culpa de las autoridades municipales que colocaron a un presidente de directorio y un gerente de la exgestión.
Mientras se da este desastre, Romero cuestionó que no hayan podido verificar que gente de mal vivir entre y salga por donde le da la gana del exhospital San Ramón, de donde se llevan bancas y maderas y «la Beneficencia bien gracias», pero está en la obligación de resguardar el lugar mientras remodelan un poco el último inmueble recuperado que está al costado.
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