Tras las protestas de la anuncia «Tercera toma de Lima» registrada el 19 de julio, en la capital y en varias regiones del país, incluida Puno, el analista político y excandidato a la Municipalidad Provincial de Puno, Edgar Mancha Pineda, ha sostenido que la medida estuvo plenamente justificada.
«Es pertinente la «Tercera toma de Lima», por el asesinato de los hermanos puneños, porque el pueblo está herido, y hasta el momento no hubo arrepentimiento del Gobierno, sino negación y palabras provocativas.» indicó el comentarista.
Él como gran parte de la población de esta región piensan lo mismo, porque tienen marcado las palabras de la presidenta de la República, Dina Boluarte y el premier, Alberto Otárola. Hasta el momento se sigue exigiendo justicia por los 27 muertos registrado por las protestas (17 civiles y 1 policía en Juliaca, 2 en Macusani, 1 en Ilave, y los 6 soldados ahogados en el río ilaveño).
En este ambiente fúnebre, plagado de impunidad, la sociedad lastimada ve un halo esperanzador en las protestas que se atizan desde el 7 de diciembre, tras el autogolpe frustrado del expresidente Pedro Castillo, hoy preso en el penal de Barbadillo.
Para Mancha Pineda, el 19 de diciembre va ser el epílogo de las luchas contra el gobierno, analizando dos puntos específicos por el cual se debe apoyar la mentada toma de la capital.
Primero: «La señora (Boluarte) no tiene dignidad, no tiene sangre en la cara por ende no quiere renunciar, lamentablemente esas son las reglas del juego, ella entró por sucesión constitucional y no quiere renunciar por la buenas. Esta protesta también está en sus manos, no hay otra manera de poder llegar a expulsarla del cargo que ella ocupa; tomar el palacio o un golpe de estado, son acciones que no podemos acatar, siendo nuestros hermanos una población civil, solo irán a manifestarse y protestar y luego solo nos queda apelar y obligar a su moral y ética ‘aunque es pedirle peras al olmo’, ya que hasta el momento no se ha pronunciado.»
Segundo: «La incompetencia que muestra de su parte con la gestión y resolución de conflictos dentro del país, cuales son el tema de la plaga del dengue y la salud de la región norte del país y la sequía en nuestra zona, porque no solo es decir ‘ahí están sus alcaldes y autoridades’. También se necesita el soporte del gobierno central, sin olvidar que le gobierno central maneja casi el 75% del presupuesto y solo el 25% entre gobiernos regionales y municipios».
El analista no ha dudado en aseverar que la gestión Ejecutiva que lidera Dina Boluarte, es incompetente, y también inmoral.
Lo dicho por el excandidato puneño, coincide con el clamor del pueblo y también con la postura de casi todos los dirigentes gremiales y la mayoría de autoridades.
Desde esta tribuna, podemos indicar que el malestar de la población es azuzada, además, por el pacto evidente con el Congreso, puesto que la mandataria ha dicho de manera desafiante que se quedará hasta el 2026, descartando el adelanto de elecciones. El repudio de la población a ambos aparatos del Estado es el más alto en las últimas décadas.
Por ello, Mancha Pineda no deja de tener razón cuando señala que el pueblo está herido por las palabras que vierte la presidenta. «¿Quién la orienta o asesora? Nuestro idioma español es tan rico que podría buscar palabras adecuadas, pero ella miente y hiere. Ha dicho ‘Puno no es el Perú’, ‘los muertos los provocaron las balas dumdum, no la inmaculada policía», ‘¿Cuántos muertos más quieren?’, y otras zandeses. Si es que la presidenta se retira ahora, se calmarían las aguas», sostiene.
Si bien es cierto, gran parte de la población está alicaída por la afectación económica que produjeron la pandemia y luego los tres meses de paro en esta parte del país, ganas no faltan para salir a las calles.
Además, se debe tener en cuenta, que a diferencia de anteriores protestas en la capital, esta vez anunciaron sumarse otras regiones del país como el norte con sus ronderos y reservistas.
La contundencia o no de las protestas del próximo 19 de junio radica en la capacidad de respuesta y manejo de la Policía y Fuerzas Armadas.
Para muchos ha sido un éxito, porque el país se hizo sentir en la capital, no hubo saldos lamentables como en anteriores jornadas de lucha. Se ha impuesto el derecho a la protesta y no hubo actitud hostil de la Policía, salvo en algunos momentos que no llegaron a mayores.
Si ese hubiera sido el performance de las fuerzas del orden en los meses que duraron las protestas, hoy el país no lamentaría los 49 muertos por arma de fuego, en su mayoría por fusiles.
No olvidemos que dos días después del maltrato a pobladores aymaras en Lima (2 de marzo), se registraron a modo de venganza, actos vandálicos en la zona sur, con una asonada que no debe repetirse. Las fuerzas del orden no están llamadas a matar sino a defender el orden.
Evoquemos las protestas en Francia en el mes de mayo donde hubo caos social. La Policía detuvo a más de 400 ciudadanos, decenas de heridos entre civiles y agentes. El uso de la fuerza debe ser proporcional no abusivo, ni criminal.
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