Para fomentar un mayor desarrollo y bienestar en su población, las economías deben crecer; es decir, alcanzar un dinamismo sostenido en el tiempo que les permitan generar los recursos, que finalmente deberían de traducirse en servicios de calidad y oportunidades para todos, más aún para los más vulnerables.
En el Perú, si bien es cierto que la economía a nivel nacional retrocedió un 0.4% en el primer trimestre del año, debido, principalmente, al bloqueo de vías, carreteras y libertades, que ocasionaron las protestas sociales desmedidas; la presencia del ciclón Yaku en algunos departamentos del país; y la menor inversión privada en dicho periodo; el desempeño en el interior del país, a nivel departamental, mostró resultados heterogéneos. Según los últimos resultados del Indicador de la Actividad Productiva Departamental del primer trimestre de 2023, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), se registraron retrocesos en diecisiete departamentos, siendo los más afectados Apurímac (-11.6%), Pasco (-10.3%), Puno (-9.6%), Tacna (-8.3%) y Áncash (-6.2%). Por otro lado, fueron siete los departamentos que registraron un desempeño positivo, donde destacaron Moquegua (+42.8%) y Piura (+9.7%). En lo que respecta a Arequipa, su actividad productiva evidenció una caída del 2.5%, debido a los resultados negativos del sector Construcción, Telecomunicaciones y Otros Servicios de Información, Agropecuario y Manufactura.
Particularmente el primero, debido a la baja inversión del gobierno regional en los trabajos en la vía regional Arequipa-La Joya, distritos de Cerro Colorao y La Joya; y de los gobiernos locales, con las obras en la carretera Ayo-Andamayo, distritos de Aplao y Ayo, provincia de Castilla. Los tres primeros meses del año fueron atípicos, en el sentido de las limitaciones que produjo la violencia detrás de las protestas sociales.
A las autoridades locales les queda mucho por delante, no solamente en lo que resta del año, sino también en su gestión. Están a tiempo para sacar adelante a su departamento, a sus localidades, a su gente. Rechacemos la violencia que limita la libertad de trabajar, que lo único que genera es pérdidas económicas para todos.
*Gerente de Estudios Económicos de ComexPerú.
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