¿Se acuerdan del caso del tío acusado de violar a su sobrina? En un inicio lo investigaba la fiscal Pamela Machaca Larico, quien mostró una evidente desidia y letargo que se reflejaría en incipientes labores policiales. Luego se hizo cargo el fiscal Herbert Callata Chura, quien logró que el juez Edson Jáuregui dicte prisión preventiva; desde entonces está prófugo.
La lentitud no fue gratuita, ya que se ha determinado que el SO3 PNP Abel Gonshalo Mamani Apaza, encargado de las pesquisas, mantenía comunicación con el imputado, y según la tesis fiscal, lo mantendría al tanto de los pormenores para evitar su ubicación. Esto configura una evidente obstrucción a la justicia.
Henrry Javier Rojas Liendo (53), es acusado de abusar sexualmente a su sobrina M. M. L. S. (21), el 20 de julio de 2022. La agraviada denunció que dio rienda suelta a sus bajos instintos dentro del mismo auto cuando estaba en estado de inconsciencia luego de ser embriagada.
Dicho suboficial labora en la División de Investigación Criminal (Divincri), unidad a cargo del caso, y desde julio del año pasado, simuló no haber podido ubicar al supuesto violador, pero eso no era cierto.
Rojas Liendo se desapareció tras la denuncia, su paradero era desconocido. Incluso, vía su celular alegaba estar en Arequipa, hecho que también resultó ser falso, dado que al recabarse el extracto de las llamadas telefónicas se determinó que estaba cerca, acaso en su mismo domicilio en Salcedo, ciudad de Puno.
El 20 de julio, día que ocurrieron los hechos, el imputado dijo que viajó de Puno a Arequipa por un tema familiar. Sin embargo, la georreferenciación de la ubicación de su celular, confirmó la mentira.
LAS PRUEBAS
El 21 de julio, un día después de ocurridos los hechos, los agentes de la Divincri inspeccionaron el auto Hyundai, modelo Tucson de plaza Z6L- 307, color negro, en cuyo interior ocurrió la violación y, en el asiento del copiloto se encontró botones de varias prendas de la víctima así como su billetera, entre otros elementos incriminatorios.
El carro estaba dentro de la casa de Rojas Liendo, en la urbanización Aprovisa D – 3, Salcedo.
Esas primeras diligencias se realizaron en su ausencia porque si hubiera estado presente se habría ordenado su detención por flagrancia.
El policía que tenía que notificar y a la vez quien investigaba la denuncia contra dicho imputado, era precisamente el SO3 Mamani Apaza. Este en todo momento aseguraba que no lo ubicaba.
Sin embargo, el levantamiento de las comunicaciones reveló que el 23 de julio, tres días después de la denuncia, el policía y su denunciado se comunicaron.
Rojas Liendo llamó al celular 903…593, perteneciente a Abel Gonshalo Mamani Apaza, y este contestó la llamada del número 924…179.
Según el reporte de llamadas, Rojas Liendo llamó al policía a las 08:32 horas y hablaron el tiempo suficiente para darle indicaciones de ubicación. Lo cierto es que sí se comunicaron, mientras que el agente indicaba que era inubicable.
SIGUIÓ SUS HUELLAS
El denunciado abandonó a la víctima en Alto Puno el 20 de julio por la tarde. Empero este acudió a esa zona el 25 y 26 de julio.
Todos los indicios apuntan a que acudió a buscar cámaras de seguridad o hablar con testigos, según el Ministerio Público. Desde alto Puno, el denunciado incluso se comunicó con su hija.
Actualmente Henry Rojas, está con una orden de prisión preventiva de siete meses y apeló para que la Sala Penal lo deje libre, pese a todos estos antecedentes.
Además, este fue destituido en noviembre de 2019 cuando era jefe de Sunafil Puno, por acoso sexual contra su trabajadora.
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