Me ha llegado la información de que el Ministerio de Energía y Minas y Perupetro han presentado a nuestro querido congreso un proyecto de ley para modificar la Ley N° 26834 o Ley de las Áreas Naturales Protegidas.
El objetivo de la modificación de la ley es poder explotar potenciales recursos de petróleo y gas. Esto querría decir, si se aprobara este proyecto de ley, podrían existir potenciales derrames de petróleo en el Parque Nacional del Manu por ejemplo, que está ubicado en las regiones de Madre de Dios y Cusco, este parque es reconocido por su alta biodiversidad y es considerado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.
Así que, a simple vista, en mi opinión es un proyecto de ley vergonzoso. No obstante, le pedí que me dé su opinión técnica a Felipe Navarro, amigo personal que ha trabajado muchos años en la industria de hidrocarburos, aquí un extracto de lo que me respondió:
“Se está promoviendo la modificación de la Ley de áreas naturales protegidas con la finalidad de autorizar la exploración y explotación de hidrocarburos en áreas naturales. Trabajé casi diez años en la industria de hidrocarburos y creo firmemente que todo país necesita extraer sus recursos y generar beneficios económicos para su población.
Pero los beneficios económicos no pueden ser “a cualquier precio”. El proyecto usa como sustento, entre otros, unos cálculos de canon y regalías que dejarían de percibir las regiones por no explotar petróleo y gas; como si la mera justificación económica fuese suficiente para vulnerar áreas naturales que son protegidas por razones importantes. Su biodiversidad y su fragilidad son factores clave para no ser invadidas con carreteras, infraestructura, tuberías, tránsito fluvial y de vehículos y afectaciones de todo tipo que podrían por malas prácticas, llegar hasta derrames de crudo (no hay más que ver lo que ocurre en el oleoducto norperuano).
Hagamos el ejercicio de ver al Perú desde un análisis financiero; pensemos en un Balance General, la biodiversidad vendría a ser el patrimonio mientras que la exploración un pasivo y la explotación un activo corriente. Cada cosa con su importancia y en su contexto; pero sin duda alguna, es la biodiversidad lo que más valor conlleva. Podemos dañar y mermar nuestro patrimonio por un ingreso corriente que se diluya en el tiempo o podemos blindar nuestro patrimonio para que perdure y genere ingresos ecoamigables y sostenibles. Hoy que nuestro planeta se asoma al borde del abismo ambiental, el respeto a la naturaleza debe anteponerse a la codicia.”
Felipe Navarro Llosa tiene más de quince años de experiencia trabajando en importantes empresas de sectores vinculados a los hidrocarburos, servicios para minería y construcción. Es Gerente de Administración y Finanzas de INCOT SAC y copropietario de Saiken Infraestructura.
¿Puedes ayudarme firmando esta petición?
https://chng.it/f4rbCSQK
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