La Fiscalía Provincial Penal Corporativa archivó la investigación contra Benjamín Batallanos Alvarez (55) por presunto feminicidio contra su pareja Priscila Bravo Alvarez (27) y ordenó al área de Homicidios del Depincri realizar un nuevo informe para reaperturar en caso de hallar nuevos indicios o pruebas.
La joven desapareció el 29 de abril del 2022 tras salir de su vivienda en el cercado de la ciudad con su esposo e hijo de dos años a un galpón en Piedra Blanca de Calana, de donde solo volvieron el varón con el niño.
De acuerdo con el sospechoso, la joven salió diciendo que realizaría una recarga telefónica, pero no volvió y no denunció el hecho inmediatamente porque en otra oportunidad Priscila volvió tres días después tras ausentarse sin avisar. Con el paso de los días la familia de Priscila acusó a Batallanos de feminicidio, ya que presentaba dos denuncias por violencia familiar.
Según el informe fiscal, un menor de edad, familiar de Priscila, declaró haberla visto con vida con un turbante en el cabello el 4 de agosto cerca del hostal El Tablón y le habría hecho prometer que no diría a nadie que la vio, dándole 10 soles, para luego subir a un auto negro con placa chilena.
La madre del menor también indicó haberla visto el 3 de agosto en un auto negro con lunas polarizadas. Finalmente, otro menor también declaró haberla visto el 6 de mayo con el cabello amarrado y los ojos rojos cerca de un colegio.
La Fiscalía continúa explicando su decisión detallando que después de la desaparición los celulares de Priscilla Bravo y Batallanos se mueven por lugares ligeramente distintos entre Calana y Pocollay hasta la madrugada del 30 de abril, de acuerdo a la geolocalización por las antenas de telefonía.
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