Cultivos en la región agonizan por falta de agua. Las chacras dependen de lluvias.Cultivos en la región agonizan por falta de agua. Las chacras dependen de lluvias.

La escasez de agua alcanza magnitudes de sequía en el altiplano. Un colectivo de profesionales de la región, conformado por un equipo técnico que tiene cercano vínculo con las agencias agrarias de la región, han elaborado un reporte de daños que afecta a la mitad de la producción agropecuaria, sobre todo al sector de autoconsumo.

Juan José Vega Quispe, exconsejero regional de Sandia, sostiene que el estrés hídrico afecta directamente a los cultivos de la agricultura en secano, es decir los campos que son irrigados por la lluvia. Gran parte de la campaña 2022 cuyas cosechas debieron salir en marzo se han perdido en un 75% y los actuales sembríos no desarrollan en un 50%.

“No olvidemos que en la cuenca hidrográfica del Titicaca las sequías son severas por la gran fluctuación de las precipitaciones, lo que tienen como consecuencia la pérdida de la producción agrícola y ganadera, que devienen en la descapitalización del agricultor en semillas, fertilizantes y cabezas de ganado vacuno, ovino, alpacas”, precisó.

Sostiene que la agricultura familiar es la más afectada, lo que redunda en el 25.5% de niños desnutridos y un 67.2/ que padecen anemia (67.2%). El 10 % de pobreza extrema.

DE SER PRIMEROS…

Según información del INEI en el año 2022, el potencial ganadero llegó a 4 millones 006 mil 330 cabezas: 2 millones 192 mil 440 alpacas y 680 mil 000 vacunos del país. “Con la escasez de agua hubo menos pastizales, los alimentos subieron, y los ganaderos han rematado parte de sus cabezas, lo siguen haciendo”, añadió.

El impacto negativo es más grave porque Puno es el productor de papa con 583 mil 171 toneladas (14.32%), de quinua con 32 mil 740 ton. (80%), de oca con 32 mil 728 ton. (36.57 %), y prácticamente toda la cañihua que produce el país 4 mil 464 ton. (98.41 %); asimismo, es segundo productor de cebada con 27 mil 839 ton; cuarto en cítricos con 32 mil 742 ton; y sexto en café con 6 mil 452 ton.

75% DE PÉRDIDAS

“En la práctica, las siembras de la campaña agrícola 2022 – 2023 de quinua, cañihua, haba, papa, cebada, trigo, avena, habas y otros cultivos, ya se perdieron en un 75% por ausencia de lluvias”, dijo.

DESCAPITALIZACIÓN

Vega Quispe señaló que en la ganadería el impacto inicial es la reducción del forraje y posterior descapitalización ganadera. “La falta de agua ocasiona altos índices de mortalidad y morbilidad y reducción del hato ganadero por falta de alimentación, en detrimento de la economía familiar y la seguridad alimentaria”, advirtió.

AFECTADOS

El médico zootecnista augura un sombrío panorama para la agricultura y ganadería en la región, ya que haciendo cálculos multidimensionales, la afectación alcanza a 113 mil 876 entre agricultores y ganaderos, de los cuales el 21% son adultos mayores. “Se estima pérdidas en 44 mil 223 unidades agropecuarias, con 104 mil 991.5 hectáreas de tierra agrícola estropeada.

PUNO OLVIDADO

Para el exconsejero regional, la nula capacidad de contingencia grafica el olvido del Estado en los sectores de agricultura y ganadería. Cita las millonarias inversiones en irrigaciones en Chavimochic (63 mil Has), Majes-Siguas (45 mil Has), Irrigación del valle de Ica, Olmos (43 mil Has), Proyecto Alto Piura (150 mil Has), mientras en Puno no se construye megairrigaciones como Lagunillas. “En la costa se incorporaron millones de hectáreas de cultivo, casi en su totalidad destinadas a la exportación. ¿Y para Puno?”, se pregunta.

Refirió que hace años hubo algunos gestos con la irrigación Asillo y otras pequeñas irrigaciones ejecutadas por el gobierno regional y municipios. “El Estado olvida que la agricultura regional se lleva a cabo en secano, si no hay irrigaciones y represas, la sierra y el altiplano siempre sufrirá”, acentuó.

S/ 500 MILLONES

El profesional sostiene que los 30 millones de soles que ha solicitado la Dirección Regional Agraria Puno (DRAP) son insuficientes para contrarrestar las cuantiosas pérdidas. “Tenemos que entender que las sequías,y otros desastres naturales que afectan a la agricultura y ganadería, deben ser un eje articulador de políticas y estrategias de desarrollo territorial. No es solo enviar pesticidas, semillas o avena forrajera, eso no calma nada”, indicó.

Finalmente, esbozó que se requieren unos 500 millones de soles para acondicionamiento y construcción de represas, Qochas, estanques, reservorios, pequeños y medianos sistemas de riego tecnificado, para la disponibilidad de agua requerida para asegurar la producción de alimentos para la población, de manera sostenible. “Se debe intensificar la entrega de semillas, insumos agropecuarios con enfoque de usos productivos y resiliencia a los desastres naturales, que llegue a la agricultura familiar, a los productores. Si entregan migajas como hasta ahora, el sector agropecuario entrará en una quiebra inevitable”, enfatizó.

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