Un reciente informe del Banco Mundial concluyó que la pobreza en el Perú incrementó luego de la pandemia de covid-19. En esa línea, las familias pobres de Arequipa tienen un gasto mensual inferior a S/ 372, mientras que las que tienen vulnerabilidad a caer en la pobreza no superan los S/ 640. Así lo informó Patricio Lewis, economista y miembro de la Red de Estudios para el Desarrollo (Redes).
Luego de casi dos décadas de crecimiento económico y de reducción de la pobreza, la crisis sanitaria expuso la fragilidad del país. Así, el 20% de pobreza registrado el 2020 ahora aumentó a 26%, lo que ha provocado que 3 de cada 10 familias no tengan acceso al consumo de alimentos cárnicos de manera constante.
Asimismo, por el crecimiento de la pobreza y por la inflación que viene produciéndose en los últimos meses, el 60% de la población arequipeña tuvo que reducir sus alimentos para mantener su estilo de vida.
Según el economista, la situación de estas familias les reduce oportunidades laborales y de educación, además de acceso a servicios como agua, luz y desagüe.
La solución para reducir las desventajas de esta población es que el Estado garantice el ingreso de dichas familias a programas sociales como el Vaso de Leche y, por otro lado, que se promueva la inversión en la región para generar puestos de trabajo formales.
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