Las calles de Ciudad Nueva se inundaron de fervor religioso este lunes durante la tradicional procesión de la Santísima Virgen de Chapi, patrona del distrito, que fue acompañada por devotos, autoridades, músicos y danzantes.
Luego de tres años de suspensión de actividades presenciales por la epidemia de la COVID-19, muchos fieles se reunieron ayer para dar encuentro a la venerada imagen. El recorrido empezó en la parroquia Sagrada Familia.
Durante la misa de fiesta el párroco Isidro de Jesús Vargas Marín resaltó el valor de María como madre de Cristo para el mundo, quien también debe ser recordada ya que intercede por todos.
Asimismo, a petición de los obispos Marco Antonio Cortez Lara, de la Diócesis de Tacna y Moquegua; y Moisés Atisha Contreras, de la Diócesis de San Marcos de Arica, leyó un comunicado en el que solicitan a los gobiernos de Perú y Chile resolver la crisis migratoria que se presenta en la frontera de ambos países.
«Nos duele la reacción de muchas personas que han tomado una postura totalmente adversa al extranjero. Todos estamos de acuerdo en que el fenómeno migratorio debe ser regulado por las autoridades, pero regular no es sinónimo de prohibir o considerar a dichas personas como un mal para la sociedad, y como indica el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, la migración no debe ser vista como una amenaza sino como una oportunidad para construir un futuro de paz. También rechazamos los actos de violencia perpetrados por algunos migrantes (…)», señala el texto.
Seguidamente la imagen de la Virgen de Chapi fue trasladada por las calles que rodean la plaza José Olaya. Al llegar a la sede municipal el alcalde distrital Walter Cardoza Chura y regidores rindieron homenaje a la venerada imagen. Posteriormente la Mamita del Chapi recorrió las calles cercanas y volvió a la parroquia Sagrada Familia.
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