A diferencia del último lunes, cuando no se observó mayor número de migrantes varados en la frontera de Perú y Chile, este martes cerca de 200 personas se instalaron en la zona y a través de mujeres y niños optaron por bloquear las vías para ingresar o salir del país.
A primera hora de la mañana los extranjeros impidieron el tránsito de los vehículos sentándose en la pista y utilizando sus maletas y mochilas.
Agentes policiales lograron primero habilitar la vía de salida de Perú a Chile, consiguiendo que los manifestantes se ubiquen a un costado de la vía, e incluso para ello tuvieron que pisar territorio chileno.
Sin embargo, en la vía de Chile a Perú todavía hasta las 07:00 horas las mujeres y sus niños, secundados por los varones, se resistían a retirarse del lugar, por lo que la fila de vehículos en espera de circular era extensa.
Mientras la Policía intentaba poner orden, dos varones agredieron físicamente a los agentes, por lo que estos para controlarlos tuvieron que responder con golpes. De esta forma se generó un conato de bronca, ya que las mujeres también se alteraron y una de ellas atacó por la espalda a un policía, que cayó sobre los niños.
El enfrentamiento provocó el susto de los menores, que lloraban mientras los adultos insultaban a los agentes policiales.
Tras esta situación se logró habilitar un carril de la vía, por lo que los camiones de carga pesada fueron los primeros en ingresar al territorio peruano. Con el transcurrir de las horas la vía fue despejada y se regularizó el los vehículos particulares y colectivos.
En tanto, los extranjeros se ubicaron en la denominada “tierra de nadie”, en el límite de ambos países. No estuvieron presentes Carabineros ni el Ejército de Chile, que tenían a sus unidades y personal recorriendo su territorio por el desierto a fin de que ningún migrante llegue por ese sector.
También llegaron miembros de Acnur que dialogaron con los migrantes y también integrantes de la Cruz Roja, que llevaron agua y alimentos.
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