La corrupción y violaciones a los derechos humanos en el Perú han sido temas recurrentes en los últimos 30 años. Desde el gobierno de Alberto Fujimori, pasando por Alan García, Ollanta Humala, Martín Vizcarra, Pedro Castillo y ahora Dina Boluarte, los presidentes peruanos han enfrentado acusaciones de actos ilícitos y hasta han sido cabecillas de organizaciones criminales.
El gobierno de Fujimori se caracterizó por su lucha contra el terrorismo, especialmente contra el grupo guerrillero Sendero Luminoso, pero también por su política autoritaria y violaciones a los derechos humanos. Durante su presidencia, se reportaron más de 69,000 muertes por violencia política y se denunciaron casos de tortura, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales. Además, Fujimori enfrentó acusaciones de corrupción y de usar fondos públicos para financiar su campaña.
El gobierno de Toledo, del mismo modo estuvo plagado de corrupción y ahora que será extraditado de los EE.UU. a nuestro país, deberá responder ante la justicia peruana por presuntamente recibir un soborno de la constructora brasileña Odebrecht y por un presunto lavado de activos por el caso Ecoteva.
El gobierno de Alan García, en su segundo mandato, fue marcado por las acusaciones de corrupción relacionadas con la construcción de la carretera Interoceánica. Se alegó que García y otros miembros de su gobierno recibieron sobornos de la empresa brasileña Odebrecht a cambio de favores políticos en el desarrollo de proyectos de construcción en el país. García negó las acusaciones durante años, pero en 2019 se suicidó cuando estaba a punto de ser arrestado por estas acusaciones.
El gobierno de Ollanta Humala enfrentó acusaciones similares de corrupción relacionadas con la empresa brasileña Odebrecht, durante la construcción de la carretera Interoceánica y otros proyectos en el país. Humala y su esposa fueron detenidos en 2017 y enfrentaron cargos de corrupción, pero fueron liberados bajo fianza nueve meses después.
El gobierno de Martín Vizcarra también enfrenta acusaciones de corrupción. La difusión de un audio en el que se escuchaba al presidente Vizcarra discutir el pago de sobornos para obtener un contrato público llevó al Congreso peruano a aprobar una moción de vacancia que destituyó al presidente de su cargo.
Por otro lado, Merino, en un gobierno eventual, renunció después de la muerte de Inti y Brayan, dos jóvenes universitarios, por el cual es investigado, un ex residente Sagasti, que sin pena ni gloria terminó el encargo, Pedro Castillo, investigado por corrupción y ahora Dina Boluarte quien afrontará delitos por lesa humanidad.
Como vemos, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos han sido característicos de la política peruana durante las últimas tres décadas. Los ciudadanos peruanos han luchado constantemente por la justicia y la rendición de cuentas, y exigen que sus líderes sean responsables de sus acciones, los líderes peruanos deben asumir compromisos honestos, solo así podremos avanzar como una sociedad justa y equitativa.
Comentarios de Facebook