El pasado 20 de marzo un grupo de personas invadieron más de 30 hectáreas de tierras ubicadas en la jurisdicción de Caracoto (San Román), limítrofe a Atuncolla (Puno).
Rafaela Mamani Choque, propietaria de esas extensiones, según la Sunarp, la invasión habría sido planificada por pobladores de la zona y personas dedicadas al tráfico de terrenos.
Ella sindicó a Valeria Panca Capacoila, Víctor Cipriano Noa Velásquez, Fredy Paúl Huayhua Colca y Reyna Isabel Núñez Colca, además de otras personas que encabezarían estas irrupciones, como Hipólito Humpiri Ccopa, su hija Gloria Humpiri Cutimbo, Simeón Quispe Mamani, Cristian Mamani Parillo y otros que vienen siendo identificados.
ALCALDE AZUZADOR
Un audio de 22 minutos 42 segundos al que tuvimos acceso, revela que uno de los supuestos instigadores es el alcalde de Atuncolla, Gregorio Machaca Vilca, quien azuza a pobladores para que invadan los terrenos ubicados en la vía Puno-Juliaca.
“Todo el pueblo de Atuncolla, va a tener que asumir esos terrenos…el pueblo no va permitir… qué esperan del juez, del fiscal; vamos a tener que hacer respetar…” dice en una reunión con los invasores.
En otro momento admite que esos terrenos han sido vendidos y asegura que los vendedores tienen que devolver a los compradores, incitando a la población a quedarse en el lugar.
El Código Penal peruano tipifica el delito de estelionato para aquella persona que teniendo conocimiento que una propiedad ya tiene titular, lo ofrece o vende.
Aquel lunes 20 de marzo, los invasores ingresaron al inmueble ubicado al costado de la trocha carrozable (Asno Chupa) y también al inmueble Reumita Pampa Parcela A. El ingreso fue planificado, ya que algunos invasores estaban armados.
ENFRENTAMIENTO
Una de las agraviadas, identificada como Sonia Turpo Sucari, informó que los extraños entraron también a su terreno denominado Reumita Pampa Parcela A y a propiedades de otras personas que incluso derruyeron los muros de su casa.
La muchedumbre se instaló en una carpa edificada a base de calaminas, empezaron a escarbar la tierra, para la instalación de otras casuchas con motocargas, después llegaron dos retroexcavadoras que cavaron zanjas en el terreno de sur a norte. Los operarios no hicieron caso a los dueños y bajo las órdenes de Cristian Mamani Parillo continuaron excavando.
DISPAROS AL AIRE
Las mujeres narraron que, durante la invasión se escucharon disparos. Al promediar las 11 de la mañana un grupo de los «invasores de la pampa” les increparon, exigiéndoles y obligándolas a retirarse bajo amenazas de muerte.
DESTRUCCIÓN Y ROBO
Al día siguiente ya habían derruido la casa de las despojadas llevándose consigo los bienes que tenían dentro.
Según denunciaron, Valeria Panca Capacoila, arrebató los celulares de las víctimas; uno de los pobladores que prestaba auxilio, escapó hasta la autopista, pero lograron alcanzarlo y también le sustrajeron su celular. Todos fueron agredidos.
¿ALCALDE A LA CABEZA?
Luego de estos hechos, hubo una reunión entre pobladores de Atuncolla, Urinsaya y Aransaya, acompañados de autoridades comunales de dichos sectores; el alcalde de Atuncolla, Gregorio Machaca Vilca, indicó que “(…) el pueblo de Atuncolla necesita estos terrenos y necesita asumirlos (…)”, recalcando que las autoridades (de Atuncolla) van a decidir junto al pueblo sobre quiénes tendrán el poder sobre los terrenos.
LA PROPIEDAD
Según la versión del presidente de la comunidad Los Ángeles Buena Vista, Benito Colca Quispe, en el año 1986 el Ministerio de Agricultura transfirió “a favor de la empresa comunal
Los Ángeles de Buena Vista; posteriormente, Alfonso Vargas, Felipe Laura y un señor de apellido Vásquez registraron una parte de la propiedad en Registros Públicos (Sunarp)”, para ser vendidos a terceras personas, los que fueron despojados el 20 de marzo.
NO DECLARAN
Sin Fronteras trató de recabar la versión de los invasores, empero fuimos echados con amenazas de quitarnos los celulares.
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