El expolicía Santiago Paco Mamani (26) explicó este viernes durante una hora los aberrantes motivos que tuvo para asesinar a Noemí Escobar Layme (14) y Judith Machaca Cauna (20) el 9 de octubre y 20 de noviembre del 2020. Lo hizo por primera vez de forma pública antes de recibir sentencia, estimada para mañana.
Paco fue interrogado este viernes en el penal de Pocollay por los magistrados del Juzgado Penal Colegiado, fiscal y abogados de todas las partes implicadas en la última sesión de su juicio oral.
Al inicio de su versión definitiva pidió perdón entre sollozos a los familiares de las víctimas y a ellas mismas, incidiendo en que actuó de tan cruel forma por traumas psicológicos y su adicción al alcohol, pero el fiscal Percy Maquera Lupaca manifestó luego que la pericia psicológica concluyó que el confeso asesino posee plenas facultades mentales y es capaz de reconocer entre el bien y el mal, por lo que no podría ser declarado inimputable.
El expolicía intentó explicar sus antecedentes personales narrando que a los 12 años trató de suicidarse tomando veneno y años después sufrió maltratos en el cuartel durante su servicio militar, donde -según dijo- incluso fue bañado en excremento, para luego ser discriminado al enrolarse en la Policía Nacional por su personalidad introvertida.
Sobre la menor Noemí Escobar Layme, indicó que el 9 de octubre de 2020 la llevó a beber licor en su auto cerca del Bosque Municipal y la estranguló con sus manos en el vehículo cuando ella le dijo que lo denunciaría por lanzarle un vaso en el rostro.
Un detalle clave para la Fiscalía es que Paco negó haber maniatado a la menor, pero su cuerpo fue hallado con una pita atada a una mano, por lo que el fiscal lo acusa de haberla secuestrado primero, llevándola atada al predio de sus padres en la asociación Nuevo Renacer Agrícola de La Yarada, donde la habría asesinado a golpes antes de arrojarla al «pozo de la muerte». Tal acusación es necesaria para la Fiscalía, que busca una condena de cadena perpetua por secuestro agravado con posterior muerte.
Sobre Judith Machaca, indicó que se vieron cuatro veces y en la última bebieron licor en su auto también cerca del Bosque Municipal. Según Paco, estranguló a la joven porque estaba ebrio y le recordó temas personales al decirle que sus colegas del Depincri le comentaron sobre su personalidad callada.
El procesado señaló que la ahorcó y después de la muerte la enmarrocó «para dejarle un recuerdo», ya que «le gustaban los policías» y «para que sepa que el último que la vio fue un policía», según sus crudas palabras.
Cabe indicar que la Fiscalía asume que esta versión también es falsa y que la víctima fue esposada en vida durante su secuestro y asesinato con la misma modalidad del primer crimen. El fiscal también precisó que según la geolocalización el celular de Machaca, estuvo dos horas en el predio de La Yarada.
Además pidió cadena perpetua para los padres de Paco, Jorge Paco y Nancy Mamani, como cómplices primarios al cederle presuntamente el pozo para ocultar los cadáveres, y para la esposa del expolicía, Diana Apaza, como coautora, sindicándola de estar presente durante los crímenes.
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