La zona aymara está de luto porque 6 de sus hijos murieron por intentar cruzar el río Ilave, en torno a un dudoso escenario, que no debe repetirse. Ayer tras una incesante búsqueda, se rescataron los cuatro cadáveres que permanecían ‘desaparecidos’. El día anterior los mismos militares extrajeron los restos de uno y por la noche, encontraron otro.
La penosa búsqueda concluyó al promediar las 17:40. Los buzos de la Capitanía de Puerto y cientos de pobladores del centro poblado Huancani, ubicado a unos 3 kilómetros de la ciudad de Ilave, habían encontrado los cuerpos inertes, mientras que desde las riberas, las mujeres lamentaban y sollozaban.
Las escenas fueron angustiosas y dolorosas en las inmediaciones del caudaloso río Ilave, pero la aflicción fue incontenible en la morgue del Hospital de Ilave, a donde se les practicaba las necropsias de ley.
Los militares prácticamente se vieron obligados a cruzar el río en medio del torrente y gran profundidad. Pero el factor que fue fatal, es que todos se metieron al agua cargando sus pesadas mochilas con sus implementos de campaña, sus fusiles, botas militares y cascos de fierro.
EMPUJADOS A MORIR
El capitán EP Josué Frisancho –según los sobrevivientes- dio la orden y, por otro lado, los muchachos sentían la presión de la muchedumbre que los perseguía desde el sector Ocoña (a 1 kilómetro de distancia) donde se registró una balacera y lluvia de piedras por parte de los comuneros.
NO COMIERON
Una fuente en el área forense nos dijo que todos los soldados habían fallecido por asfixia por sumersión neumonía aspirativa, pero tenían un común denominador. Sus estómagos estaban vacíos, al igual que sus vejigas.
Y es que, tal como lo informó Sin Fronteras, la tropa de 50 hombres había partido el sábado a las 23:00 horas desde el Cuartel Pachacútec (Ilave) hacia la base militar en Juli (Exhotel de Turistas), pero los piquetes de huelguistas no les permitieron el ingreso. Es decir, no consumieron alimentos ni en la noche, ni la mañana y tarde del domingo, fecha de la tragedia cuando retornaban a su regimiento.
Si bien todos los cuerpos que son lo más importante han sido encontrados por los buzos, aún en la profundidad de las aguas permanecen cascos, al menos dos fusiles, pesadas mochilas y cosas personales de los finados y de los sobrevivientes.
MURIÓ CON SU ARMA
Precisamente, el quinto cuerpo rescatado estaba ‘fondeado’ con su casco y su armamento. La escena era muy conmovedora, pues Percy Castillo Pongo no pudo retirarse su arma que la tenía cruzada, mas sí se liberó de la mochila.
El cadáver de Elvis Pari Quispe fue encontrado con todo, es decir con mochila incluida y así lo llevaron a la morgue.
Dos cuerpos vestían de civil, es decir se habrían quitado el uniforme y botas para cruzar pero las metieron en sus equipajes.
¿LA ÚNICA SALIDA?
Un video difundido por el Ejército, filmado en el Cuartel Pachacútec, revela testimonios de algunos sobrevivientes que indican que no tenían otra salida que meterse al río y cruzarlo porque eran perseguidos y atacados a pedradas. No hablan si les ordenaron.
OTROS 2 HERIDOS
Por la noche del domingo, ingresaron a Emergencia del hospital ilaveño otros dos soldados, con síntomas de hipotermia. Estos también fueron estabilizados. Empero, ayer por la mañana, Rivaldo Quispe Benito, rescatado por los comuneros, fue retirado bajo la autorización de su pareja, porque presentaba graves síntomas y dolores en la espalda, y le habían diagnosticado neumonía. Se encuentra en un nosocomio de mayor capacidad resolutiva.
ALTO MANDO EN ILAVE
Nos enteramos que el general EP Manuel Gómez de la Torre, jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., arribó ayer en la mañana a Juliaca y por la tarde fue llevado en helicóptero al fuerte Pachacútec de Ilave.
Ha declarado una versión parcial sobre la tragedia, defendiendo al oficial que estuvo al mando, y responsabilizando a los pobladores, a quienes los militares denominan «radicales».
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